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GENÍS BENAVENT
Viernes, 11 de julio 2014, 00:02
La Cova del Parpalló de Gandia abre sus puertas tras más de 35 años cerrada a cal y canto para evitar actos vandálicos. Este abrigo es uno de los más importantes de Europa al haberse hallado en él restos de presencia humana de todas las etapas del Paleolítico. Los primeros moradores de esta cavidad estuvieron en ella hace unos 25.000 años.
Las primeras excavaciones llevadas a cabo en esta cueva tuvieron lugar en el año 1929 y fueron ejecutadas por el arqueólogo catalán Luís Pericot. En las investigaciones se descubrió que en el lugar habían más de 5.000 plaquetas grabadas y pintadas con dibujos de animales de hasta 20.000 años.
Gracias a estos hallazgos, la cavidad se convirtió en un claro referente para posteriores estudios en otros yacimientos de toda Europa. Pericot siguió interesado en el patrimonio valenciano y durante los años 50 excavó en las cuevas de les Mallaetes, la Cocina y el Barranc Blanc. Los materiales encontrados en la Cova del Parpalló son una muestra única del arte del Paleolítico Superior, ya que gracias a ellos se logra ordenar toda la secuencia de la época paleolítica, «algo único en España», como afirmó el catedrático de la Universitat de València, Valentín Villaverde.
Todo el material que se ha hallado hasta ahora demuestra que la zona estuvo ocupada por seres humanos desde hace 25.000 años y hasta hace unos 10.000. El lugar reúne unas condiciones que lo hacían especialmente habitable, sobretodo por la disponibilidad de alimentos en las inmediaciones del abrigo.
En el año 2001, se halló un dibujo de un caballo que los expertos han cifrado en más de 18.000 años de antigüedad. Se logra comprender a raíz de estos descubrimientos el salto que da el hombre en la representación de figuras de animales hasta el arte.
Inversión y seguridad
En el año 1979, la cueva y todo su perímetro se cerró. Pero esto no ha impedido que sufriese numerosas visitas no autorizadas e incluso actos vandálicos durante años. El proyecto para la apertura de la cueva partió del Servicio de Agricultura y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Gandia.
Para poner en marcha esta iniciativa, el gobierno local consignó una partida de 20.000 euros. Con esta cantidad, se ha acondicionado el recinto para poder ser visitado de forma constante y controlada. De hecho, habrá un servicio de guías que informarán sobre la historia y los hallazgos a todos los visitantes. También se ha habilitado un sistema de seguridad para impedir accesos fuera del horario establecido y que el recinto sufra agresiones.
El concejal de Agricultura y Medio Ambiente de Gandia, Toni Rodríguez, afirmó que la apertura de la cueva ha suscitado un gran interés tanto en España como en el resto de Europa y que ya hay «una lista de espera de unas 400 personas para acceder al lugar» y ver todo el material que se expone en la sala de exposiciones Parpalló-Borrel, junto a la cueva.
Al acto de inauguración, celebrado ayer en el Centre d'Interpretació Ambiental Parpalló-Borrell, acudieron los representantes que han tomado partido para que esta joya del Paleolítico se convirtiese en un complejo cultural dedicado a la prehistoria, y a su vez, una oferta más en el patrimonio turístico. Entre los asistentes estaban el alcalde de Gandia, Arturo Torró; la directora general de Cultura, Marta Alonso; el arqueólogo Valentín Villaverde, miembros del Ayuntamiento y el arqueólogo Josep María Fullola, nieto del profesor Luís Pericot.
Durante el acto, los diferentes representantes explicaron brevemente la historia de ese importante lugar y se destacó la importancia del catedrático Luís Pericot, quien quedó ligado a esta cueva durante toda su vida. El acto finalizaba con la visita guiada a la cueva, donde el catedrático Villaverde, explicó detalladamente, cada una de las características de la cueva. Apuntó que los principales motivos atrayentes de la cueva son, por una parte, la vigencia que ha mantenido durante 80 años, ya que todavía aparecen trabajos importantes de investigación y «seguirán saliendo».
Por otro lado, el profesor afirma que la gran cantidad de piezas que reúne la cueva es «un libro-guía para comprender todas las épocas del Paleolítico».
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