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La lona que cubre el estanque de la Almoina cubierta de agua. :: lp

Museos no aptos para tormentas

El último temporal obligó a cerrar el centro arqueológico durante varias horas al cubrirse de agua el interior del edificio

CARMEN VELASCO

Sábado, 12 de julio 2014, 00:00

Los centros culturales de Valencia tienen un problema serio en el subterráneo. Cuando llueve se mojan más que los demás, es decir, las tormentas penetran en el interior de los espacios. Las lluvias de hace una semana afectaron a dos museos de la ciudad: el San Pío V y la Almoina. Dos edificios con construcciones bien distintas: el primero tiene orígenes arquitectónicos del siglo XVII (cuando se fundó Colegio Seminario de San Pío V) y el segundo se inauguró, tras 21 años de excavaciones arqueológicas, en 2007. El Bellas Artes de Valencia está inmerso en las obras de ampliación, que arrancaron el último trimestre de 2013. Y el centro arqueológico va subsanando sus deficiencias, sobre todo en el estanque exterior (que está cubierto con una lona desde hace más de 10 meses), como puede.

Las lluvias de hace una semana, en la noche del jueves 3 de julio, inundaron la Almonia. El viernes por la mañana los trabajadores se encontraron el edificio inundado de agua. Comunicaron la incidencia y una contrata municipal y los bomberos se personaron en el centro cultural para retirar el agua. Las tareas de limpieza obligaron a cerrar el edifico a las visitas, según confirmaron fuentes municipales. La planta baja, la más subterránea, estaba prácticamente intransitable por los visitantes. Desde Cultura informaron que el centro arqueológico se abrió al público por la tarde, pero otras fuentes remarcaron que sólo se habilitó el acceso por la primera planta.

Situado junto a la Catedral, la Almoina es un gran espacio subterráneo en el que se puede contemplar la parte más monumental de la ciudad romana, visigoda y árabe. El itinerario de la visita se hace por pasarelas que, en la mayor parte del recorrido, siguen el trazado de las calles y pórticos de la ciudad roma- na.

El principal problema del edificio radica en el estanque, que urge una solución técnica ante las filtraciones de agua. La lámina de la Almoina fue desecada en abril de 2013 después de que se registraran las goteras (producidas debido a la degradación de la silicona de las juntas de las placas de cristal). Los técnicos de la delegación de Cultura no tuvieron más remedio que proponer la colocación de una lona para cubrir el enorme lucernario, hasta encontrar una solución definitiva y se designe presupuesto.

El otro museo de Valencia no apto para tormentas es el San Pío V. La lluvia de la pasada semana ocasionó «una pequeña entrada de agua que, en ningún caso afectó a la obra», según el Ministerio de Cultura. En los almacenes del San Pío V se creó «un charco de aproximadamente un par de milímetros». La zona afectada se limpió inmediatamente.

A raíz de esta circunstancia, el Ministerio de Cultura revisará la impermeabilización de la zona con el objetivo de «garantizar que, incluso en circunstancias puntuales y excepcionales, no se producen filtraciones».

La fuerza con la que descargó la lluvia de la semana pasada hizo que rebosara el desagüe en una zona que da al depósito. El agua pasó a la cámara aislante habilitada en esa zona, «que se ha comportado perfectamente cumpliendo su función de aislamiento, si bien el agua encontró en una esquina un punto de filtración».

La sala «ha mantenido en todo momento las condiciones de temperatura y humedad necesarias para no afectar a los cuadros, que, además, están colgados en peines a unos 10 centímetros de distancia del suelo».

Desde la administración central resaltaron que el área de filtración ya está identificada y que el aislamiento funcionó, ya que el agua ha entró sólo en dos de los ocho espacios del depósito y únicamente en uno de ellos había obras de arte, mientras que el otro se encuentra vacío.

Desde la Conselleria de Cultura aclararon que se ha realizado una reparación por parte de la empresa que lleva adelante la obra del museo. «Es cierto que esa parte de la obra estaba acabada pero no recepcionada por el Ministerio y por tanto se hace cargo la misma empresa», puntualizó Català. Sobre la entrada de agua a la sala de depósito ha reiterado que «hubo una filtración de 2 milímetros que no afectó a ninguna de las piezas», especificó.

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