«A Valencia aún le falta cultura de moda»

María Cózar presentará 'Fairy tale' en la próxima edición de Valencia Fashion Week. Es una «colección muy dulce». En ella, por primera vez se introduce en el mundo de la lencería (con línea propia) y también confecciona la joyería y los tocados. «Es la más completa», asegura la creadora, quien desde junio es vicepresidenta de la asociación Semana de la Moda de Valencia.

¿Valencia tiene cultura de moda?

No mucha, aún le falta. La gente aún no valora el diseño de una prenda, el trabajo del diseñador o el valor de verstirse... Algunas personas no detectan la diferencia de calidad entre una pieza bien diseñada de otra que no lo está, a veces, sólo aprecian que una es más barata. Soy de las que pienso que la moda existe porque la personalidad no es lo primero que se ve.

Para un diseñador de «moda de alta gama», como se autodefine usted. ¿Es imprescindible exhibir sus colecciones en la pasarela?

Imprescindible no, hay muchos diseñadores que comercializan sus colecciones sin presentarlas en pasarela pero ésta es una plataforma importante, da a conocer el producto y prestigia al creador. Desfilar, ayuda, da caché y visibilidad. Si no fuera importante no lo haría. La colección que se va a poner a la venta el próximo mes no desfiló porque opté por otros proyectos, como abrir la tienda on line. Más que la tienda física me interesa comercializar mis prendas a nivel nacional y a corto plazo a internacional. Estoy en negociaciones con Italia y Francia.

¿Quiere dar el salto al extranjero, pero es fácil hacerse un hueco?

No, nada es fácil. En la moda hay mucha competencia, tienes que hacerte respetar y luchar para labrarte un nombre. La pasarela ayuda a dar a conocer la firma y que la marca se asocie a la calidad. Hacer un desfile es comprometerse y una forma de decir «lucho por mi colección y mira mi profesionalidad».

Su empresa nació en plena crisis, hace dos años. ¿Usted hace lo que quiere o lo que puede?

Intento buscar un equilibro. Me gustaría hacer colecciones más grandes, las de ahora son de pocas prendas, pero mejor así que hacer muchas piezas que resten calidad y que sean únicas. He hecho vestidos a medida, pero propios porque no estoy dispuesta a copiar diseños de otros modistos ni fusilarlos. Los negocios que abren en crisis luego son los más fructíferos porque si se lucha tanto en épocas adversas, se supone que en tiempos mejores el camino será más llevadero, aún así tengo la sensación de estar en una batalla diaria, como si fuera una guerrera. Un día digo lo dejo y a la mañana siguiente rectifico porque sé que no puedo estar sin esto.

¿Cuánto de vocación y cuánto de técnica hay en el trabajo de diseñador?

Al 50% . En cualquier oficio artístico tienes que tener un don para que el producto no resulte sólo bien hecho, pero el talento sin herramientas no va a ningún sitio.

Desde el verano es vicepresidenta de la Asociación Semana de la Moda de Valencia (SMV). ¿Cómo ve la próxima edición de Valencia Fashion Week?

Cuanto más conocida sea VFW, más valor tendrá la firma de los diseñadores valencianos. La pasarela ha descubierto que su alma es ser un trampolín de talento, es decir, descubrir diseñadores y en dar oportunidades a nuevas firmas. En VFW con muy poco dinero se hacen cosas muy interesantes. En época de crisis, la cabeza es lo que funciona. Si VFW se lleva a cabo con el presupuesto tan bajo es por el valor, las ganas y sacrificio del equipo y de los diseñadores son inmensos. Hay cosas malas, como el presupuesto, pero muchas otras que funcionan.

Vivir de la moda es.

Un lujo.

Un consejo que no olvida...

El que tengo escrito en mi estudio: El dolor es pasajero y abandonar es para siempre.

¿Qué le diría a quien considera que la moda no es cultura ni industria?

Que es un ignorante.

Un diseñador a reivindicar...

Elie Saab, que es mi creador fetiche.