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La filósofa y catedrática de la Universitat de València, Adela Cortina . :: DAMIÁN TORRES

Reconocimiento a la ética de Adela Cortina

El Ministerio de Cultura galardona a la catedrática por la acertada aplicación de sus trabajos a los interrogantes de la vida actual

A. PANIAGUA/N. CAMACHO

Miércoles, 22 de octubre 2014, 23:37

madrid/VALENCIA. Adela Cortina, ganadora del Premio Nacional de Ensayo, considera que es «más prudente cooperar que buscar el máximo beneficio individual caiga quien caiga». La filósofa espera que el jurado no le haya concedido el premio como un gesto de reconocimiento por el poder político del destrozo de la ética pública. La pensadora sostiene que es verdad que la ética pública está muy deteriorada, pero el libro por el que le han dado la distinción va mucho más allá. «También me ocupo de la ética personal, de lo que las gentes tienen que hacer para ser justas y felices, que es lo importante».

Adela Cortina, catedrática de Ética y Filosofía Política de la Universitat de València (UV), se adjudicó el galardón en la edición de este año -cuya dotación es de 20.000 euros- por su libro '¿Para qué sirve realmente la ética?' (Paidós), un «ensayo que acierta en aplicar el rigor de la filosofía a los interrogantes de la vida», según un jurado presidido por la directora de general de Política e Industrias Culturales y del Libro, Teresa Lizaranzu, y formado por Victoria Camps y Santiago Muñoz Casado, ganadores del galardón en las ediciones 2012 y 2013, respectivamente; Ramón Villares; Mariángela Vilallonga; Amelia Gamoneda; Miguel Ángel Lama; José Antonio Álvarez Gundín; y Juan Antonio Gimeno.

En su libro la catedrática valenciana sostiene que «si no tomamos nota de lo cara que sale la falta de ética, en dinero y en dolor (...) el coste de la inmoralidad seguirá siendo imparable. Y, aunque suene a tópico, seguirán pagándolo sobre todo los más débiles».

La filósofa alega, además, que la época actual depara al hombre ejemplos de las consecuencias de la falta de ética, algo perceptible en las «conductas de muchas personas responsables con responsabilidades políticas y sociales». Por ello, aduce que la ética sirve, entre otras cosas, para «abaratar costes en dinero y sufrimiento en aquello» que está en manos de los hombres. Para armar su argumentación, Cortina se apoya en mitos clásicos, tradiciones y paradigmas sociológicos.

Cortina quiso agradecer ayer el galardón en un momento de crisis que tiene «mucho que ver con la ética, con la falta de valores como la libertad, justicia y solidaridad».Así se expresó minutos antes de entrar al Centro Cultural Bancaja, donde impartió la conferencia 'La responsabilidad ética de la sociedad civil'. Para ella, este premio supone que «hay gente que piensa que a la ética hay que ponerla sobre el tapete» en unas circunstancias, dijo, «en las que los personajes de la vida pública no está dando muestras de una moralidad exultante en general, ni de un sentido ni en otro», aseguró en unas declaraciones recogidas por Efe.

Asimismo, remarcó la necesidad de actuar con inteligencia y sensibilidad moral para reconocer «que es injusta la situación de precariedad que está viviendo la sociedad».

La profesora y escritora ha explicado que la ética sirve «para que se recorten gastos en vez de recortar sueldos y en vez de que el dinero se vaya a la corrupción». Además, concluyó que sirve para crear «ejemplaridad y para enseñar a cooperar, cuidar y colaborar a la población».

En un momento en que resulta «más necesaria que nunca», Adela Cortina insitió en que «la ética no se pone en práctica por estupidez», dado que las personas «no nos damos cuenta de que es mucho más inteligente trabajar codo a codo que de forma competitiva en la que «si unos ganan, pierden otros».

Citando a Kant, la catedrática concluyó que hasta un pueblo de demonios, con tal de que tengan inteligencia, «se daría cuenta de que le interesa mucho más la cooperación que el conflicto».

Larga trayectoria

Adela Cortina (Valencia, 1947) estudió en la Universitat de València (UV) y en 1976 defendió su tesis doctoral sobre 'Dios en la filosofía trascendental kantiana'. Una beca de investigación le permitió frecuentar la Universidad de Múnich, donde entró en contacto con el racionalismo crítico, el pragmatismo y la ética marxista.

Al reintegrarse a la actividad académica en España, orientó definitivamente sus intereses de investigación hacia la ética. En 1981 ingresó en el Departamento de Filosofía práctica de la Universitat de València. En 1986 obtuvo la Cátedra en la Universitat. Sus trabajos también se han centrado en cuestiones relativas a la economía, la empresa, la discriminación de la mujer, la guerra, la ecología o la genética.

Cortina también es miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y directora del Máster y Programa de Doctorado de 'Ética y Democracia' de la Fundación Etnor para la ética de los negocios y las organizaciones.

La pensadora valenciana ha escrito numerosos textos y ensayos. Entre sus libros destacan 'Ética míniman' (1986), 'Ética sin moral' (1990), 'Ética aplicada y democracia radical» (1993); 'Ciudadanos del mundo' (1997) o 'Ética de la razón cordial' (2007), premio Internacional de Ensayo de Jovellanos.

Además, la pensadora se dedica a la investigación en el ámbito de la Filosofía Práctica y, especialmente, de la fundamentación de la Ética así como de la Ética Aplicada (bioética, genética, ética de la empresa). Ha colaborado en la edición de textos escolares de Filosofía y Ética para la Educación Secundaria.

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