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El pleno del Consell Valencià de Cultura reunido ayer. :: jesús montañana

Los anhelos del Consell de Cultura

El organismo reivindica su carácter apolítico en el último pleno celebrado en el Palau de Forcalló bajo el mandato del Partido Popular

NOELIA CAMACHO

Martes, 30 de junio 2015, 00:28

Se abre una nueva era para el Consell Valencià de Cultura (CVC). Pese a que, tras el cambio político surgido de las urnas el 24-M, el presidente de la institución, Santiago Grisolía, aseguró que el ente estatutario es «apolítico», el CVC se enfrenta a un nuevo paradigma en el que los actores han cambiado y, previsiblemente, las decisiones también.

Lo cierto es que, el celebrado ayer en el Palau de Forcalló, fue el último pleno de la institución bajo el paraguas de un gobierno del Partido Popular. Mientras se celebraba la reunión, el nuevo presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunciaba la composición del nuevo gobierno valenciano. En el horizonte un nombre, el de Vicent Marzà, reciente conseller de Educación y Cultura. Y también una esperanza: una mayor implicación de los actuales gestores con la institución consultiva.

Porque si en algo coincidieron los consejeros reunidos fue en felicitar a Puig y Marzà. Grisolía mostró satisfacción por lo que viene -no hay que olvidar que, tras la decisión de las urnas hace algo más de un mes se atrevió a calificar la gestión de Alberto Fabra de «regular»-, aunque, como es habitual en él, lanzó una primera reclamación: una mejora en la Ley de Mecenazgo. «Me parece muy bien, estamos muy contentos, de modo que intentaré reunirme con él en cuanto me conceda una audiencia», confesó antes de afirmar que van a repasar las propuestas que anteriormente plantearon a María José Català, y que se han quedado «en el aire». Y la principal es la Ley de Mecenazgo. En esta línea, deseó que «las relaciones sean como de costumbre muy fluidas».

Aunque para el resto de consejeros el nuevo nombramiento les pilló entre la expectación, la desconfianza y el desconocimiento. Muchos de los consejeros del CVC se mostraron de esta forma ante la elección de Marzà. Para el director de orquesta Enrique García Asensio, quien se describe como el decano del CVC «tras llevar en el organismo desde el 86», su deseo fue que la relación entre ambas instituciones «nos lleve a muchos éxitos». Ricardo Bellveser mostró su opinión personal y esperó que el conseller sea consciente de que el CVC es necesario. Dijo que aún era pronto y que estaba expectante por ver como se desarrollaban los acontecimientos. Para Ximo Tébar, el nuevo gestor debe también ser continuista con la gestión de sus predecesores. «No se puede llegar y empezar de cero», afirmó. Enric Lluch aseveró conocer a Marzà y Vicente Ferrero aseguró que no podía opinar aunque aseguró que el organismo es nombrado por Les Corts y que no se debe ver afectado.

Aunque todos coincidieron en que los nuevos gestores deben contar con el CVC, -el «órgano consultivo más importante de la Comunitat», aseguró García Asensio- para seguir defendiendo la cultura valenciana. No extraña esta insistencia ya que el anterior gobierno valenciano no pidió la opinión del ente para la Ley de Señas de Identidad. Además, las nuevas Corts nacidas de las urnas también deberán abordar si el CVC recibe al sustituto del fallecido Ramón de Soto, cuya plaza sigue vacante.

Informes aprobados

El pleno celebrado ayer mostró la diversidad de temas que aborda la institución. El Consell Valencià de Cultura presentó un informe en el que pide la elaboración de un Plan de Salud Mental que contemple financiación y plazos de ejecución, para que las personas afectadas no se vean abocadas a la exclusión social. Según el estudio, una de cada cuatro personas sufren algún tipo de enfermedad mental y, dentro de ellas, solo una de cada cuatro es diagnosticada y tratada correctamente porque, «los enfermos no saben a quién dirigirse, lo que agrava el problema».

Asimismo, el pleno se puso reivindicativo cuando aprobó el 'Informe sobre la percepción cultural de la mujer: la igualdad y la equidad como reto permanente'. El ente lamentó que las administraciones públicas «no siempre han estado diligentes a la hora de implementar la normativa» y, en este extremo, ha incidido en que la Ley de Igualdad y la Integral de Violencia «se han quedado casi en meros enunciados». Finalmente, el pleno aprobó una declaración institucional en la que se mostraba rechazo al terrorismo tras los recientes atentados yihadistas de la semana pasada e invitar tanto a Ximo Puig como a Vicent Marzà a que visiten la institución para conocer las políticas que va a desarrollar.

Por otra parte, la exdirectora del IVAM, Consuelo Císcar, acudió al pleno. Ante la polémica que la ha envuelto en las últimas semanas por un informe en el que se revelan sobrecostes en la adquisición de obras durante su etapa al frente de la pinacoteca, la consejera del CVC declinó hacer ningún tipo de declaraciones. «He venido al Consell de Cultura y no voy hablar de nada», afirmó.

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