Secciones
Servicios
Destacamos
F. P. PUCHE
Lunes, 5 de octubre 2015, 23:47
-Mire, don José: ahora que nos han puesto ordenadores en la redacción, cuando acabas un artículo le das a esta tecla y va a su sitio en la página.
-Pues mire yo lo que hago: cuando acabo el artículo le doy a este timbre, viene el ordenanza, se lleva las cuartillas, y al día siguiente también está el artículo en su sitio.
Quizá esta anécdota sirva para reflejar no solo su peculiar sentido del humor, sino su posición vital y profesional entre dos mundos del periodismo y de la historia de nuestro país.
Ombuena, al igual que otros grandes de su generación -como Barberá y Cámara, de los que se cumple también el centenario en 2015- tuvo que lidiar el gran cambio, el de la Transición, como noticia diaria, sin duda, pero también como transformación del mundo que habían conocido. Con anterioridad, en los años sesenta, ayudó a crear un apropiado ambiente de cambio poco valorado en la actualidad.
Pero todavía admira más, en su delicado papel de bisagra, la ductilidad, el realismo, la sensatez y la cordura con la que dejó paso a una nueva generación de periodistas que llegaba a la redacción con el ímpetu de los pocos años, la pasión del novicio y la prisa de quien se siente elegido para la gloria.
Ombuena dejó hacer, sin escatimar consejos; dejó decidir, sin imponer otra cosa que el ejemplo. Y estuvo siempre atento a la hora de mitigar los posibles errores y torpezas.
Su humanidad comprensiva, su experiencia de escritor independiente, probada en cien batallas, y su respeto a todas las ideas, hicieron que la Transición fuera, al menos en la ciudad de Valencia, más fácil.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Marc Anthony actuará en Simancas el 18 de julio
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.