Miguel Falomir: «Me gustan los musicales, la sensación de irrealidad que transmiten»

Nació en Valencia en 1966, pero los primeros años de su vida los pasó lejos de su ciudad natal. «Mi padre era funcionario y lo destinaron a Bilbao y después a Cuenca, volví a los 11 años», aclara.

¿Echa de menos algo en particular?

Empecé a valorar la playa cuando dejé de vivir en una ciudad que la tuviese. Ahora siempre que vuelvo a Valencia me gusta ir a ver el mar o pasear por parajes de mi infancia.

¿En qué zona se crió?

Es curioso porque mi vida se puede resumir en 500 metros. Nací en La Cigüeña, me bautizaron en la iglesia de San Pascual Baylón, y mis padres vivían al lado. Estudié en Escolapios y después en la Facultad de Geografía e Historia, que están muy cerca. Siempre digo que si la palmo en Valencia que me lleven al Anatómico Forense, que está todo en la zona.

¿Viene a menudo?

Sí, estuve en Fallas. Mis padres y tres de mis hermanos viven allí.

Además del arte, ¿qué otras aficiones tiene?

La lectura y el cine. Como pecadillo confieso que me entretienen los musicales, me gusta esa sensación de absoluta irrealidad que transmiten.

Entonces no puedo evitar preguntarle por 'La la land'.

Me gustó pero no lleva a ningún lado. Es como 'The Artist', formalmente son brillantes pero aportan poco. Abusan demasiado de la propia historia del cine.

Terminemos esta charla en su rincón favorito del Prado.

Depende del momento. Le llevaría a la sala de lectura, con la bóveda de Luca Giordano, o a la sala de escultura clásica, esa colección es magnífica.