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CÉSAR RUS
VALENCIA.
Martes, 14 de noviembre 2017, 22:55
El contratenor francés Philippe Jaroussky es el más importante de la actualidad y, se puede afirmar, que el más famoso de todos los tiempos. Los visionados de sus vídeos en Youtube se cuentan en millones. Hoy vuelve al Palau de la Música a presentar su último trabajo ante un público que, en la última ocasión, llenó la sala y del que obtuvo un éxito sólo comparable con las visitas de la Bartoli en un concierto barroco.
-¿Qué recuerdos tiene del Palau de la Música?
-Siempre tengo buen recuerdo del público español. Me acuerdo de la acústica, es una sala grande pero no en exceso. Hay acústicas que son buenas para el público, pero no para nosotros. El público también es importante, si en los primeros diez minutos estamos al 100% y el público responde, sabemos que el concierto irá bien, si empezamos al 80% puede ser peligroso...
-Parece que es más fácil hoy en día llegar a un público amplio con la música antigua que hace años. Usted o Cecilia Bartoli son un ejemplo. Tiene millones de visionados en youtube.
-Bartoli ha tenido un gran éxito. Ambos tenemos en común que Vivaldi nos ha dado suerte. El recital de Bartoli de Vivaldi creo que vendió más de un millón de copias. Yo hasta ahora me he dedicado a un repertorio más conocido, Vivaldi, Caldara... eso me ha ayudado.
-La última vez que hablamos comentó que el siguiente paso era Haendel y ese momento ha llegado. ¿Qué ha cambiado en su voz?
-Cuando empecé a cantar tenía una gran flexibilidad natural. Yo venía del violín, así que lo que más me costaba era expresar el texto. Necesitaba trabajar todo ese mundo dramático. Ahora mi voz tiene más cuerpo en el centro y en el grave. Me siento mejor en grandes salas y puedo afrontar este repertorio. No tengo la voz más grande del mundo, pero sí la proyección que me permite hacer estos recitales.
-El programa es un monográfico a Haendel coincidiendo con el lanzamiento del disco, ¿cómo eligió el repertorio?
-Hay algunas que canto desde hace mucho tiempo y otras por primera vez. Este disco es el producto de una reflexión de los últimos 15 años. Antes pensaba que algunas páginas eran demasiado grandes para mí, porque estaban escritas para castrato y pensaba que yo no podía cantarlas. Al final decidí cambiar la idea y adaptar estas arias a mi voz: he cambiado la tesitura en algunas arias para adaptarlas al color de mi voz. Era algo que el propio Haendel hacía. Eso me permite concentrarme más en la música y menos en el aspecto más virtuoso.
-Usted trabajó bastante con Fabio Biondi y ahora él es codirector de la Orquesta de la Comunitat, ¿hay algún contacto para trabajar en Les Arts?
-Hemos actuado juntos, incluso hicimos una ópera de Vivaldi en Valencia, pero hace mucho tiempo que no trabajamos juntos.
-Actúa con el conjunto Artasense del que es también director, ¿cómo es compaginar ambos trabajos?
-Llevamos nueve conciertos y aún no se han cansado del programa. Eso es buena señal. Por cierto, es un grupo donde hay varios españoles, de Sevilla y de las Canarias. Los dirijo artísticamente, pero no físicamente; yo decido muchas cosas, sobre los tempi, sobre los matices... pero no los dirijo físicamente.
-¿Ha pensado alguna vez en comenzar una carrera como director?
-Sí, claro. En el futuro tengo la intención de dirigir, pero para ello me gustaría tomarme mi tiempo para estudiar con grandes directores. Yo pensé que iba a empezar a los 40, tal vez lo haga más tarde. De momento prefiero disfrutar de mi voz y de mis últimos años de carrera.
-Pero es usted joven, es muy raro encontrar un cantante que ponga fecha de caducidad a su voz como usted hace.
-A mí me ayuda pensar así para tomar las decisiones correctas hoy. Usted sabe que llevo cantando veinte años, ahora puedo grabar lo que quiero y con quien quiero, soy muy feliz por ello, pero sé que no es para siempre. Eso me ayuda a pensar en el futuro. Estoy seguro que voy a hacer música toda mi vida, pero como cantante no. Cuando llegue a los treinta años de carrera no estoy seguro de tener ganas de dedicarme sólo al canto. De momento soy muy feliz, pero cantar delante de 2000 personas es mucha presión.
-Canta también con grandes orquestas sinfónicas con repertorio del siglo XIX que uno no se imagina en voz de contratenor, como 'Les nuits d'été', ¿piensa seguir en esa línea?
-Sé que es peligroso, pero una orquesta barroca que toca fuerte puede ser más peligrosa que una orquesta sinfónica. Tengo proyectos, pero me interesa más el repertorio contemporáneo que esté escrito directamente para contratenor. También me interesa el lied y he cantado canción francesa.
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