Punto final a 30 años en el Escalante

El año termina y con él se pone punto y final a más de 30 años de actividad escénica en el edificio del Escalante. Ya no hay marcha atrás. La Diputación de Valencia tenía previsto hacer ayer la entrega de llaves del inmueble a sus propietarios. Durante más de tres décadas el antiguo palacio de la calle Landerer ha sido sede del Centre Teatral Escalante, pero con 2017 esta relación concluye. El edificio, propiedad de la Fundación Patronato de la Juventud Obrera, presenta, según el arquitecto de la institución provincial, un estado ruinoso y la Diputación, hasta la fecha, no se ha mostrado partidaria de rehabilitar el inmueble de uso cultural argumentando el elevado coste de la operación: más de seis millones de euros.

El edificio ya está desalojado. Desde el pasado 18 de diciembre, el personal del Centre Teatral Escalante, que suman 12 trabajadores, se ha trasladado a las oficinas de la segunda planta del teatro Principal. De hecho, en una de las puertas de acceso al edificio, situada en la calle de Poeta Querol, se puede observar el logotipo impreso en una lámina de cristal.

Además, a partir de enero de 2018 las actividades de la escuela, que ahora dirige Miguel Poveda, se desarrollarán en las instalaciones de la Societat Coral El Micalet. La Diputación abonará un alquiler a la entidad por el uso de sus espacios. La escuela estará allí hasta junio. ¿Y después? La previsión del responsable del Centre Teatral Escalante, Josep Policarpo, es hacer una convocatoria abierta para que instituciones ofrezcan sus instalaciones para poder acoger la escuela y sus actividades. En principio, el traslado a la Sociedad Coral El Micalet es temporal y se circunscribe a seis meses. El próximo año viene con cambios significativos para el proyecto teatral de la Diputación, aunque el principal objetivo es lograr una sede estable donde representar los espectáculos. Esta cuestión todavía no está solucionada. El primer semestre de 2018 será crucial para despejar las incógnitas. Desde octubre de 2016, fecha en la que se decide cerrar el teatro de la calle Landerer, los espectáculos se han representado en una multitud de espacios: El Musical, el MuVIM y el Palau de les Arts. Ahora 'Nadal a l'Escalante' se desarrolla en el Rialto. En 2018, las salas privadas también se suman a salvar la programación del Escalante. Talia, Espacio Inestable y Sala Russafa acogerán diferentes montajes.

La programación es nómada pero la solución para el Centre Teatral Escalante ha de ser definitiva. Una iniciativa en change.org, promovida por la Associació d'Actors i Actrius Professionals Valencians (APPV) y con más de 9.000 firmas, solicita a la Conselleria de Cultura la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) del edificio de la calle Landerer. Sería una forma de salvar el edificio, icono teatral durante más de tres décadas en Valencia. Esta iniciativa, de momento, no ha surtido efecto.

El futuro estable del Centre Teatral Escalante pasa por una sede fija en 2018. Fue decisión de Patrimonio de la Diputación de Valencia clausurar el edificio de la calle Landerer y no ha ofrecido de momento alternativa para trasladar el proyecto. En el camino está la opción de mudarse a Moma Teatre, pero aún el Ayuntamiento ha de otorgar las licencias pertinentes.

«Conserva la estructura del patio de butacas y el hall. El espacio está en buenas condiciones, pero no está claro si reúne los requisitos que solicita el Ayuntamiento de Valencia para otorgar la licencia. Se ha pedido un proyecto de viabilidad técnica teniendo en cuenta los requisitos solicitados por el Consistorio», explicó Josep Policarpo en una entrevista reciente con LAS PROVINCIAS.

«Necesitamos una sede que garantice la supervivencia del Escalante más allá de 2019, si no es así nos acercaremos al desmantelamiento. Si se cronifica esta situación de incertidumbre, avanzaremos hacia un Escalante desdibujado y perderá presencia en la ciudad», aseguró entonces.

Mientras se desarrolla la gestión en los despachos, los espectáculos no cesan. Hoy es el último día para ver 'Cuento de Navidad', de la compañía Ferroviaria, y 'Bitels para bebés', un concierto tributo a la banda británica de la Petita Malumaluga, se representarán el 2 y 3 de enero de 2018. Todas las funciones serán en el Rialto.