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Sábado, 3 de enero 2015, 00:03
El fiasco de las uvas de Canal Sur afectó a 486.000 andaluces, que habían elegido la cadena autonómica para despedir el año. El 31 fue el día del bochorno, el 1 el de los chistes por internet y el del reparto de responsabilidades (ha dimitido José Luis Pereñiguez, director de Emisiones y Continuidad de Canal Sur). Y ayer, el de las teorías. La hipótesis que cobra fuerza es que la publicidad estaba programada. Mal programada, claro. Y se atribuye el error a al menos tres personas. Al parecer el primer spot debía emitirse a las 00.01 horas y no justo a medianoche como sucedió. Los presentadores explicaban la mecánica -«no nos podemos equivocar», decían- pero en los cuartos se les coló un anuncio. Los técnicos trataron de recuperar la conexión manualmente y lo lograron un segundo (en la segunda campanada). Pero saltó el segundo spot, el del motociclismo en Jerez. Cuando conectaron de nuevo con la imagen del reloj, los presentadores, ajenos al fallo, comían las dos últimas uvas.
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