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Veterano. «Cada vez que vuelvo a ver el cara a cara entre González y Aznar adelgazo».
Manuel Campo Vidal: «Guardar silencio es de un gran poder comunicativo»

Manuel Campo Vidal: «Guardar silencio es de un gran poder comunicativo»

«Me gusta más jugar que arbitrar, lo que siento en los debates es no poder decirle a un candidato: déjame un ratito a mí»

ARANTZA FURUNDARENA

Domingo, 12 de marzo 2017, 21:40

«Vivir en las fronteras te hace muy negociador», afirma Manuel Campo Vidal, que es aragonés de habla catalana. Ser del Barça y estar casado con una del Celta (la periodista María Rey), también. A punto de cumplir los 66, el presidente de la Academia de la Televisión acaba de celebrar la remontada del Barça sin la efusividad sugerida por Piqué -«había que madrugar»- y el miércoles presentará su libro 'La cara oculta de los debates electorales'. En el último que moderó le cayó un chaparrón de memes.

¿Cara oculta de un debate igual a cara de perro?

Depende. Felipe González y Aznar apenas se despidieron, pero Zapatero y Rajoy salieron hablando de León. Rubalcaba y Rajoy llegaron hablando del Madrid, porque son dos merengazos. Y Sánchez y Rajoy se despidieron con un seco buenas noches.

Se cortaba el aire con cuchillo, supongo.

Eso siempre. Pero esta vez, allí sentado, tuve en algún momento la duda de si Rajoy iba a levantarse y marcharse.

¿El libro es para sacarse la espina por las críticas recibidas?

No. Lo empecé hace cuatro años. No tengo ninguna espinita de ese debate. Celebro haber estado allí.

Habrá quien diga: ¿Ah, pero estuvo?

Me reí mucho con ese meme que me pintaba como un esqueleto. No solo estuve sino que guardar silencio en determinados momentos es de un gran poder comunicativo.

Así que volvería a permanecer impasible ante insultos como indecente y miserable.

No permanecí impasible. Lo que hice fue interrumpir a Sánchez para darle la palabra a Rajoy. Luego fui desatendido por ambos en mi intento de reconducir un debate roto.

¿Cuántas veces lo ha visto?

Ninguna. Me lo sé de memoria. El momento más duro del cara a cara entre González y Aznar en el 93 fue una disputa en directo sobre quién cerraba el debate y tardé años en verlo. Es que cuando lo ves te adelgazas.

¿La mejor anécdota?

Quizá cuando Aznar, tras salir airoso de su cara a cara con González, se fue hacia los suyos y espetó: «¿Os pensabais que iba a perder, eh, cabrones?».

¿De chaval le tocó arbitrar algún partido?

A mí me gusta más jugar que arbitrar. Lo que siento en los debates es no poder decirle a un candidato: déjame un ratito a mí, hombre.

A ver si va a tener vocación de político...

He tenido oportunidades y no he aceptado aunque me han insistido.

¿Quién es el mejor dotado para el debate televisivo?

Borrell. Tiene una capacidad dialéctica y una habilidad para mezclar argumentos que machacan.

Cambian los candidatos, pero el moderador permanece...

La gente dirá ¿por qué usted? Pues porque paso muchos meses generando una cadena de confianza en cada candidato y sus partidos para que nos podamos sentar juntos.

¿Se entrena para ser neutral?

Lo llevo a rajatabla. A un cara a cara voy siempre con tres corbatas para no coincidir con el color de las que lleven los candidatos y no romper la neutralidad visual.

¿Algún debate ha cambiado su voto?

Eeeeh... Pues tentaciones he tenido, dejémoslo ahí.

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