Borrar
Urgente Un incendio en un bingo desata la alarma en el centro de Valencia
Salida de la maratón esta mañana.
Volando sobre una ciudad de récord
Atletismo

Volando sobre una ciudad de récord

El Maratón de Valencia tritura sus registros en hombres y mujeres y mejora la plusmarca sobre suelo español

Alberto Martínez de la Calle

Domingo, 15 de noviembre 2015, 08:42

Valencia tiene licencia para soñar. El Maratón Trinidad Alfonso volvió a demostrar que no conoce los límites. La de ayer resultó una jornada de records en todos los sentidos. Con el de participación ya se contaba. Los más de 16.500 inscritos prometían un auténtico festival de atletismo. Aunque los 42 kilómetros se pueden hacer muy cuesta arriba, así que finalmente fueron 14.465 valientes los que miraron al cielo bajo el arco de meta. Un rotundo éxito. Al igual que el de las marcas. La prueba de la capital del Turia reforzó su condición de reina de España. John Mwangangi entró directamente en la historia al completar el recorrido con el tiempo más bajo firmado en suelo nacional. Y Beata Naigambo revalidó su título superando el mejor registro del circuito en categoría femenina. Una proyección que invita a volar.

La avalancha de corredores obligó a la organización a tomar ciertas medidas de prevención desde la salida, cada vez más espectacular. El Puente de Monteolivete se convirtió en un infinito río de runners. El arranque, que se extendió durante un emocionante cuarto de hora, se dividió en dos tandas separadas por un par de minutos. Era la solución para evitar el agolpamiento. Y funcionó. Donde sí se amontonaron las personas fue detrás de las vallas que delimitaban el trazado, ya que la ciudad se echó a la calle para alentar a los miles de deportistas.

Muy pronto quedó perfectamente definido el grupo de cabeza. Y luciendo una marcha trepidante que cumplía a rajatabla el ritmo de tres minutos el kilómetro. Para ello, hasta seis liebres iban marcando el paso del pelotón. Funcionaron como relojes suizos y esa fue una de las claves para que los favoritos colmaran las altas expectativas.

Hasta ocho atletas llegaban a Valencia con un curriculum halagüeño, ya que habían bajado de las dos horas y ocho minutos en alguna ocasión. Y veían en la capital del Turia un escenario propicio para superarse. Además, las condiciones meteorológicas se presentaban favorables, con una temperatura de 14 grados y una humedad del 65 por ciento. En el horizonte, el objetivo de recortar los 2:07:14 firmados por Felix Keny en 2013 y que supusieron el récord sobre suelo español.

A partir del ecuador de la carrera, empezó la acción. Con la estrategia bien aprendida, las liebres comenzaron a echarse a un lado para que los verdaderos protagonistas fueran tomando la iniciativa. La dinámica alimentaba la ilusión de batir el récord, ya que los atletas atravesaban el kilómetro 25 con 38 segundos por debajo del año pasado.

Justo ahí, cuando la marea de corredores cruzaba la avenida Baleares para dirigirse al centro de la ciudad, el trazado se endurecía debido a la pendiente. Un incómodo desnivel que se alargó durante diez kilómetros y que dejó a algunas víctimas por el camino.

La batalla estalló en el kilómetro 30. Algunos de los aspirantes al podio fueron perdiendo fuelle y John Mwangangi, Matthew Kisorio, Felix Kandie y Gebretsadik Adihana se quedaron solos. Eso sí, guiados por la única liebre que todavía permanecía al frente. Un camarada que se apartó en el kilómetro 35. Ya había desempeñado con rigor su labor de sostener el ritmo de tres minutos. Entoces frenó en seco y, desde ese instante, el récord pasaba a estar exclusivamente en manos de los cuatro integrantes de la cabeza.

Kandie y Adihana flaquearon y desistieron, dando lugar a un cuerpo a cuerpo entre Mwangangi y Kisorio. Pero el pulso duró menos de lo previsto. A la altura de la Plaza de América, se produjo la ruptura.

Kisorio fue incapaz de mantener el vertiginoso y apabullante ritmo de Mwangangi, quien se escapó en el kilómetro 40 y enfiló en solitario hacia la Ciudad de las Artes y las Ciencias. No pestañeaba. Ya nadie le iba a disputar el título, pero aún había un desafío por delante: el del cronómetro. El público valenciano le empujaba hacia la plusmarca de la prueba. En la línea de meta, todos los que aguardaban ansiosos su llegada se frontaban las manos. Las zancadas del keniano, quien ya había conquistado en dos ocasiones el Medio Maratón de Valencia, presagiaban la gloria.

Mwangangi desfiló por la alfombra azul instalada sobre el lago del Museo Príncipe Felipe. Y cruzó la meta con la sonrisa de quien ha entrado en la leyenda. Con 2:06:13 trituró el anterior récord del Maratón de Valencia Trinidad Alfonso y, por consiguiente, batió el mejor registro en suelo español.

Además, el tiempo de Mwangangi supuso el decimotercero mejor de este año a nivel mundial. Por detrás del keniano, llegaron sus compatriotas Kisorio y Kandie. Los tres aplastaron el récord del circuito.

16 de los 20 primeros clasificados en hombres y mujeres mejoraron sus marcas personales. El español más rápido fue Pablo López Sánchez-Rey; mientras que Félix Pont, vigésimo segundo, se alzó como el mejor valenciano (2:22:00).

En mujeres, Beata Naigambo ratificó su dominio. Venció por segundo año seguido y rubricó el éxito con un tiempo de 2:26:57, rebajando en cuatro segundos el récord del en el Maratón Trinidad Alfonso. La namibia tomó el mando de la carrera en el kilómetro 34 en detrimento de Janet Rono. La valenciana Marta Esteban, primera española, puso la guinda finalizando duodécima. Una nueva edición para la historia.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Volando sobre una ciudad de récord