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El Huracán deja de soplar
Fútbol

El Huracán deja de soplar

Los jugadores, que no cobran desde agosto, se enteraron de la sanción mientras celebraban un modesto aperitivo navideño

HÉCTOR ESTEBAN

Miércoles, 30 de diciembre 2015, 23:50

La agonía del Huracán Valencia ha terminado. Ahora llega la angustia de la incertidumbre. La Federación Española de Fútbol anunció ayer que el equipo queda excluido de la competición del grupo III de la Segunda División B y abre un plazo de diez días para presentar un recurso contra la decisión. Una reacción que no se producirá porque existe un vacío de poder que va a llevar al primer equipo a su irremediable desaparición. En la estacada se han quedado los futbolistas, trabajadores y sus familias, que han visto como no han cobrado ni un solo euro desde el lejano mes de agosto.

La exclusión de la competición ha llegado después de que el club incumpliera por cuarta vez con su obligación de pagar la factura del trío arbitral. En los últimos partidos se había realizado una colecta entre los aficionados que unido al dinero de la taquilla y de la rifa sirvió para pagar el gasto de los colegiados. De hecho, en el partido ante el Villarreal B los jugadores se enteraron de que no se había pagado la minuta del árbitro a través de una llamada de LAS PROVINCIAS, que reflejó la queja del árbitro en el acta del partido. «Lo que nos faltaba», señaló aquel día Paco, portero y capitán del equipo.

Ayer, este periódico publicó que la situación era tan dramática que ni siquiera había dinero para comprar agua para los entrenamientos. De hecho los jugadores, que seguían lavándose la ropa de entrenamiento y de los partidos en sus casas, compraban el agua de sus bolsillos.

Paco, portero del equipo, ya dejó entrever sus temores de que el equipo no viajaría a Sabadell para disputar el partido que el próximo domingo le enfrentaba al conjunto arlequinado. Desde la vuelta al trabajo el pasado lunes nadie se había puesto en contacto con ellos y desconocía quién pagaría el autobús para desplazarse a la Nova Creu Alta. No ha hecho falta ni esperar a la próxima jornada de Liga.

Hasta la despedida fue triste para los jugadores del Huracán. Ayer, ante la imposibilidad de haber celebrado una comida de Navidad por la falta de dinero, después del entrenamiento se reunieron para disfrutar de un modestísimo aperitiva para celebrar las fiestas, el clima de hermandad que ha reinado entre los jugadores en los últimos meses y la despedida de algunos compañeros que habían encontrado mejor destino. «En esa despedida, en ese modesto aperitivo navideños nos hemos enterado de que el equipo era expulsado de la competición. Hasta esto ha sido triste», explica Paco. El artículo 80 del Código Disciplinario de la Federación Española es concluyente e indica que si un club incumple por cuarta vez el pago arbitral será expulsado de la competición. El club ya fue sancionado con dos puntos como primera sanción.

Ahora se abre un camino de incertidumbre para muchos futbolistas, que se van a tener que buscar un nuevo futuro en otros equipos. «Tengo alguna posibilidad con algún club de Tercera pero lo que quiero es que sea cerca de casa y sobre todo que me paguen. Son los únicos ingresos que puedo aportar a casa. La temporada que viene ya veremos pero soy consciente de la edad que tengo también», explica Paco.

El sueño del Huracán Valencia, un equipo que emergió de la nada, se rompe cinco años después. Los inversores iniciales se marcharon al terminar la anterior temporada con la decepción de no haber subido a Segunda División. El anterior presidente, Antonio Hernández, traspasó el club a unos nuevos propietarios que no han cumplido ninguna de las promesas que pusieron encima de la mesa al llegar al cargo. No pagaron las nóminas a la primera plantilla y dejaron morir a Huracán con un vacío institucional que ha derivado en la expulsión del club de la competición.

La aventura de Huracán se queda a finales de 2015 de la peor manera posible. Con un montón de familias afectadas que esperan, como mínimo, que se les pague los meses que han trabajado y no han cobrado. «Vamos a llegar hasta el final para cobrar lo que es nuestro. Nos tenemos que asesorar bien y a partir de ahora buscar otros caminos», termina Paco.

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