El suplicio de los Guardiola

El año no ha empezado nada bien para los Guardiola, al menos en la vertiente deportiva. Los dos gemelos de los Hispanos estarán en las próximas semanas fuera de su hábitat natural, las pistas de balonmano. Ambos se recuperan de sendas lesiones, aunque cada uno con un horizonte bien distinto. Gedeón volverá a jugar dentro de seis semanas. Isaías espera vivir esta primavera el tramo final de una pesadilla que arrancó el 1 de octubre.

Casi al mismo tiempo que Isaías rescindía con el Aalborg para poderse recuperar de una lesión de rodilla que no le han sabido curar en Dinamarca, a su hermano Gedeón le partieron el hombro izquierdo. Fue el pasado sábado, durante el partido de Champions en que su equipo, el Rhein-Neckar Löwen perdió ante el Vardar macedonio: «Me golpeó un rival cuando iba a lanzar. Ahora paciencia, no queda otra».

Este lance mantendrá a Gedeón seis semanas de baja. Peor le ha ido a su hermano Isaías, quien para nada podía imaginar la pesadilla que iba a vivir esta temporada cuando firmó un contrato de tres temporadas con el potente Aalborg danés. Ha pasado cinco meses con una lesión que, posiblemente, se solucione con un tratamiento que consiste en tomar unas pastillas durante 30 días. Para poder llevarlo a cabo, se ha visto obligado a rescindir con su club.

«Es increíble, pero un equipo de Champions no tiene un fisio... viene un chaval un rato antes de los entrenamientos y en los partidos porque es obligatorio», indica Isaías, quien precisa: «No es por dinero, allí eso no es un problema». De hecho, en el acuerdo para rescindir, le han pagado esta temporada completa.

«Me hicieron varias resonancias y ecografías y decían que tuviera paciencia, que era algo de cartílago, pero no mejoraba. Yo quería ir a Barcelona -el doctor del equipo culé de balonmano es su médico de confianza-, pero me decían que si no confiaba en los servicios daneses», indica Isaías Guardiola.

Al ver que pasaba el tiempo, indagó. «Me enteré por otro lado que no contaba. Tuve que ir yo a preguntar y ya me explicaron que había dos en mi puesto, que no iba a jugar demasiado. En el comunicado dijeron que no me había adaptado a la vida danesa y al equipo», se lamenta.

Tras desvincularse del Aalborg, visitó a su médico. «Luego me he enterado que a otros compañeros sí se lo permitieron», subraya. Tiene una úlcera en el fémur que, en teoría, sanará con unas pastillas. «En dos días haré bici y en tres semanas, a entrenar», comenta Isaías, que ya mira hacia el año que viene: «Tengo varias opciones, casi seguro será en el extranjero, pero también hay algún interés de Asobal. Quiero jugar, no descarto hacerlo este año, pero con paciencia y estando seguro de que de haberme recuperado».