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Rossi, en su box del circuito de Sepang. :: efe/epa/fazry ismail
Las guerras psicológicas de Rossi

Las guerras psicológicas de Rossi

El italiano centra sus ataques en Márquez, ya en su grupo de 'enemigos' históricos

BORJA GONZÁLEZ

Sábado, 24 de octubre 2015, 23:37

«Sabemos que Valentino es realmente bueno en las ruedas de prensa y fuera del circuito, pero ahora tiene que batir a Jorge en la pista. El show es dentro del circuito y la batalla es entre él y Jorge, yo no quiero estar dentro». Marc Márquez trató de mandar el mensaje el viernes en Sepang de que prefería ponerse a un lado y no entrar en el terreno de juego que el jueves le había planteado Rossi. El sábado, tanto durante el tercer entrenamiento libre como en el cuarto, los dos pilotos se encontraron en la pista, lo que desató los comentarios. En un Mundial de MotoGP que mide el duelo Rossi-Lorenzo se desarrolla una guerra paralela entre Rossi y Márquez. El español ha entrado ya, definitivamente, en la lista de 'enemigos' que el italiano ha cultivado en sus 20 años en el campeonato, un periodo en el que se ha ganado el ser considerado como el 'rey de la guerra psicológica'.

Biaggi era el indiscutible dominador de los 250cc, coronándose campeón consecutivamente entre 94 y 97. En ese último año Rossi conquistó su primer título mundial, el de 125cc. Sin haberse cruzado en pista, Rossi y Biaggi se encontraron, o más bien Valentino buscó al romano, piloto de carácter algo agrio. El 'paddock' habló de un roce entre ambos en un restaurante italiano en Phillip Island, donde casi llegaron a las manos. En 2000 coincidieron por primera vez una parrilla, la de 500cc; y en 2001, en la primera carrera disputada en Suzuka, estalló la guerra.

Una maniobra de Biaggi hizo que Rossi se saliese por la tierra en plena recta. Después de perder varias posiciones Valentino logró recuperar la posición y tras pasar a final de recta a su rival se giró y le dedicó una peineta. Rossi ganó la carrera y Biaggi fue tercero; en la posterior rueda de prensa a punto estuvieron de llegar a las manos, algo que sí sucedió en el 'backstage' del podio de Montmeló. A partir de ahí se desató una cruenta batalla psicológica que cayó del lado de Rossi, mientras que Biaggi iba minimizándose como piloto. El romano vivió siempre a la sombra de 'El Doctor', siendo incluso derrotado cuando este abandonó Honda por Yamaha, un momento tras el que Biaggi llegó a ver abiertas las puertas del cielo.

«Cada historia es diferente», explicó Rossi este año en Jerez acerca de sus rivalidades, en concreto sobre la que mantuvo con Gibernau. «Con Biaggi nunca hubo una gran relación. Con Sete sí diría que éramos amigos, pero nuestra relación se deterioró a partir del GP de Catar de 2004. Creo que ahí él usó el juego sucio. Tuve que salir desde la última posición de la parrilla. Me caí y perdí muchos puntos. A partir de ese momento la cosa se complicó».

Sepang, precisamente, fue el escenario de la carrera que sucedió a aquella de Catar. El jueves, Rossi descargó su ira sobre el español. Sobre todo hubo muchos gestos: Gibernau miraba a su rival y este se encargó de ignorarle. A raíz de eso se contó que Rossi juró que Sete no iba a volver a ganar nunca más. Y aquello se cumplió. Los éxitos del italiano se solaparon con la peor época del español. Y Rossi nunca dejó escapar la más mínima oportunidad de mofarse del que había sido su amigo.

El punto de partida del enfrentamiento con Stoner fue la carrera de Laguna Seca de 2008. El australiano había sido el claro dominador en entrenamientos y para el domingo no se esperaba otra cosa que no fuese su triunfo sin paliativos. Esto después de haber ganado 'sin sudar', según él mismo había dicho, en la anterior carrera, en Alemania. Entonces Rossi desplegó su plan: tratar de estar siempre por delante del de Ducati para frenar su brutal ritmo. Un plan con un punto culminante: el famoso adelantamiento por la tierra en el popular 'Sacacorchos'.

El italiano desquició al australiano, que terminó yéndose al suelo. En la siguiente carrera, en Brno, Stoner volvió a terminar besando el asfalto con Rossi presionándole desde la segunda plaza. El título fue para Valentino, mientras que Stoner no dejó de criticar los modos del campeón. Eso sí, años después tendría su revancha, no dejando escapar la ocasión de regodearse en el fracaso de Rossi cuando este penó durante dos años en Ducati. De ese periodo, a raíz de una caída del italiano que se llevó por delante al australiano y durante la posterior disculpa no aceptada de Rossi, es la famosa frase de Stoner : «Tu ambición ha podido más que tu talento».

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