

Secciones
Servicios
Destacamos
Juan Carlos Villena
Jueves, 13 de noviembre 2014, 17:18
El lamentable arbitraje no esconde las carencias de un equipo perdido fuera de casa que se agarra a las matemáticas y al fichaje de Nedovic El Valencia Basket se estrelló contra el faro de Klaipeda, de morros y de frente. El Svyturio (faro en lituano) Arena volvió a presenciar un cuento que de tan repetido lejos de la Fonteta en la Euroliga no deja de aumentar la desesperación dentro de la entidad valenciana, el equipo volvió a saltar frío al partido y cuando se dio cuenta lo había perdido. Fin de la película. Los tres guantazos fuera de casa en Europa han sido calcados, porque tan sólo el decreciente nivel de los rivales ha evitado que se repitiera una tocada de cara como la de Estambul.
MÁS EUROLIGA
MÁS EUROLIGA
MÁS EUROLIGA
MÁS EUROLIGA
MÁS EUROLIGA
MÁS EUROLIGA
MÁS EUROLIGA
MÁS EUROLIGA
MÁS EUROLIGA
MÁS EUROLIGA
Pero el guión fue el mismo, con todo el partido en desventaja y sin dar sensación en ningún momento de pegar un puñetazo encima del parquet. Ni en el banquillo ni sobre la pista. Preocupante.
El problema no sólo era Buycks. Los valencianos volvieron de madrugada con tantas sensaciones como contradictorias; con una derrota donde un rival inferior (lo es) volvió a sonrojar a la defensa taronja, asido a unas matemáticas tan objetivas como utópicas viendo el actual nivel de baloncesto del equipo (pero reales), con un juego interior en huelga donde el lesionado Lishchuk (así lo confesó Solá tras el partido) jugó dos minutos y Loncar volvió a naufragar (el equipo tiene una plaza de extracomunitario libre y el croata deberá reaccionar ya si no quiere seguir los pasos de Buycks), una reacción de coraje con Ribas (inmenso) y Sato como islotes en el mar y la rabia de tirar por la borda el 90% de un trabajo por el que se luchó muy duro la pasada temporada en Eurocup.
La cara de Perasovic al terminar el partido era un poema, no era para menos. Sobre sus hombros está la máxima responsabilidad. Y lo sabe. El croata lo volvió a intentar todo pero el resultado, sobrepasado, fue el mismo que casi siempre lejos de la Fonteta; derrota. La cuerda al final siempre se rompe por el mismo lado, que se lo pregunten anoche a Crespi.
De los siete partidos que han disputado hasta el momento los taronja fuera de casa tan sólo se ha ganado uno, en Zaragoza. Ayer, pese a repetirse por enésima vez lo importante que era salir concentrados, el inicio fue un 7-0 ante una afición gélida. Desde entonces los taronja se fueron desquiciando al mismo ritmo proporcional que el Neptunas anotaba triples librados y comenzaba a repartir estopa en defensa ante la atenta mirada de Sahin, Mantyla y Halliko (Euroliga, ¡Nunca mais!). La renta llegó a su máxima expresión poco antes del descanso (49-37 tras un triple de Butkevicius). Esa fue la impotencia que dejó la amarga experiencia en Lituania, ya que el Neptunas no supo romper el partido... pero su rival no encontró las herramientas para igualar una renta de doce puntos cuando restaban más de veinte minutos de baloncesto.
Con los hombres de Maksvytis en proyección de 106 al descanso (53-42), Perasovic lanzó un mensaje a la televisión oficial tan amargo como estéril: «En la segunda parte tenemos que ser más consistentes y tener una mejor defensa en los duelos individuales». De todo eso falló lo segundo, lo más importante cuando vas perdiendo un partido a cara de perro. El Neptunas siguió haciendo mucho daño con jugadas fuera del guión, basadas en la calidad individual de Gailius, Zavackas o Butkevicius. Y cuando la defensa del Valencia Basket se cerraba, el pase extra permitía casi siempre que el balón llegara a un jugador librado ante unos jugadores rivales a los que les pesaban las piernas.
El orgullo de Pau Ribas mantuvo a los hombres de Perasovic en el partido, aunque la renta del Neptunas nunca bajó de los seis puntos (56-50). Por entonces la defensa lituana había subido el listón hasta un punto tan antideportivo como desesperante, porque tuvieron como mejor aliado el desconcierto arbitral.
El noveno triple del Neptunas, de Gailius para más señas, volvió a estirar un marcador (61-50) que se cerró al final del tercer cuarto de forma holgada para los dueños del faro (73-63). El canto a la esperanza llegó en los primeros tres minutos del último cuarto, donde el Valencia Basket sacó el orgullo y se puso a defender de verdad por primera vez en el partido. Lo más normal cuando se defiende es que comiencen a salir las cosas en ataque, pero ese arreón comandado por Sato fue sepultado al instante por la máquina de meter triples de los lituanos. Una antideportiva de Gailius sobre Lucic, se habían acostumbrado los lituanos a pegar golpes sin castigo, permitió acercar la renta (81-74). Restaban tres minutos, y llegó una de esas jugadas que minan la moral al más optimista. Mazeika embistió a Lucic al inicio de un ataque, y al serbio le pitaron técnica por simular el golpe. La jugada fue tan clara, el escolta del Neptunas impactó contra el pecho y cara de Lucic, que hizo que hasta el lituano girara la cabeza. Algo parecido sucedió con la canasta que decidió el partido, un mate de Gailius a la contra unos segundos después de que Ribas saliera volando a base de golpes. Al final, derrota, mala imagen y a hacer cuentas con la calculadora. Tan triste como real. El día de Nedovic Anoche, por marear, mareó hasta el Efes que intentó por tierra, mar y aire, que saltara por los aires el fichaje de Nedovic. LAS PROVINCIAS seguía teniendo contrastado al cierre de esta edición que el serbio estaba atado por el Valencia Basket para jugar en Europa. Al no reclamarlo ninguna franquicia de la NBA no tiene que existir ningún impedimento para que hoy sea oficial su fichaje, el jugador viaje a Valencia este fin de semana y debute en Atenas. Tan tensa fue la jornada de ayer que Chechu Mulero, que no viajó a Lituania, no anuló ninguno de los tres planes alternativos (Mekel y Planinic dos de ellos) por temor.
Anteriores partidos. Narración y estadística
Jornada 1: Valencia Basket-Olympiacos (68-71, ver).
Jornada 2: Galatasaray-Valencia Basket (71-64, ver).
Jornada 3: Estrella Roja-Valencia Basket (76-63, ver).
Jornada 4: Valencia Basket-Laboral Kutxa (79-69, ver).
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los ríos Adaja y Cega, en nivel rojo a su paso por Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.