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El Corte Inglés de Pintor Sorolla, el día de la inauguración. ::
Cuatro décadas y 9.000 empleos en la Comunitat

Cuatro décadas y 9.000 empleos en la Comunitat

La influencia de la cadena de distribución no sólo se ha notado en el ámbito comercial, sino que también impulsó el desarrollo de Valencia

J. BATISTA

Lunes, 15 de septiembre 2014, 00:39

El Corte Inglés aterrizó en la Comunitat el 23 de abril de 1971, con la inauguración del centro de la calle Pintor Sorolla de Valencia. Era el centro comercial más grande del país, un hito histórico que el entonces alcalde de la ciudad, López Rosat, describió de la siguiente manera: «Ha nacido una estrella de gran magnitud en el firmamento del comercio y de la sociedad valenciana».

Fue un visionario. 43 años después los grandes almacenes más conocidos en España por recorrido, prestigio y volumen de facturación tienen presencia en las principales ciudades de la autonomía y su impacto económico lo notan directamente 2.500 proveedores valencianos, que se benefician de unos ingresos de alrededor de 400 millones sólo en servicios y productos destinados a la cadena de distribución.

Aquel lejano día del tardofranquismo, Isidoro Álvarez estaba allí. De la misma manera que ha acudido a todas las inauguraciones de los centros de la Comunitat, gesto que forma parte del ADN del grupo. Siempre insistía en la importancia de que la empresa debía ser vista como parte del territorio donde se asentaba, de manera que sus trabajadores se sintieran ciudadanos y vecinos de las respectivas ciudades. En realidad, fue una máxima que heredó de Ramón Areces y que tiene su máximo exponente en la cantidad de pymes valencianas que trabajan con El Corte Inglés.

La última visita de Álvarez se produjo en marzo, con motivo de la entrega de la medalla de plata del Consell Valencià de Cultura (CVC), una manera de reconocer su trabajo de mecenas al frente del grupo y de la Fundación Ramón Areces. Entonces, hacía gala de un buen estado de salud. En su intervención agradeció a la entidad consultiva la entrega del galardón, «un aliento para seguir trabajando en algo que merece la pena, como es la divulgación de la cultura y la ciencia para contribuir a encontrar soluciones a los problemas colectivos». Al acto acudieron los principales representantes de la sociedad civil y política valenciana, como Santiago Grisolía, Alberto Fabra y Rita Barberá, con la que mantenía una amistad que se consolidó con la puesta en marcha del centro de la avenida de Francia. La alcaldesa de Valencia lo conoció durante la graduación de la primera promoción de Económicas de Valencia, a la que pertenecía y de la que Areces fue padrino.

En la actualidad El Corte Inglés dispone de siete grandes espacios comerciales en la Comunitat. Cuatro en Valencia (Nuevo Centro, Avenida de Francia, Pintor Sorolla-Colón e Hipercor), y uno en Alicante, Castellón y Elche, que fue el último en ponerse en marcha. El grupo emplea a casi 9.000 trabajadores, un dato que contrasta con el de los orígenes. Cuando la sede de Pintor Sorolla abrió sus puertas -Valencia fue la quinta ciudad española en tener un centro- contaba con 1.700.

La llegada de El Corte Inglés no sólo supuso una revolución comercial. En el terreno de las anécdotas, fue la primera vez que los valencianos veían una escalera mecánica, y muchos no entendían la fórmula, ahora tan extendida, de devolver el dinero si el producto no satisfacía las expectativas del cliente. Por no hablar del impacto de las ascensoristas, un lujoso detalle que no pasaba desapercibido.

La cadena aterrizó en un momento de desarrollo económico para la región, lo que sin duda influyó en los planes de Ramón Areces, que ya había 'conquistado' Madrid, Barcelona, Sevilla y Bilbao. Sin embargo, no todo fueron sensaciones positivas. Durante los meses previos a la inauguración del primer edificio, el pequeño comercio veía los grandes almacenes como una amenaza que robaría gran parte de la clientela. Es más, muchos negocios de la zona bajaron la persiana para cambiar de barrio. Visto con perspectiva, esta huida hacia adelante fue un error fatal. El Corte Inglés actuó de locomotora, pues el comprador que entraba en Pintor Sorolla también visitaba las tiendas de la zona, donde poco a poco fueron desapareciendo las que no encajaban con el nuevo perfil del entorno.

Foco comercial

De hecho, el grupo ha tenido mucho que ver en la creación del actual foco comercial que pivota alrededor de la calle Colón, entonces secundaria, de doble sentido y plagada de negocios que poco tenían que ver con los bienes de consumo mayoritarios, como las dedicadas a los recambios de automóviles. Hoy conforma, junto a sus inmediaciones, el principal eje comercial de la capital. Es más, el valor del suelo está entre los más elevados de España.

Algo parecido sucedió con el centro de la avenida de Francia, pues su aterrizaje en el barrio contribuyó a su desarrollo y consolidación como zona puntera de Valencia. Tampoco es casual que el edificio tenga un aspecto vanguardista que guarda relación con la estética de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Los contactos entre Rita Barberá e Isidoro Álvarez fueron fundamentales tanto para su construcción como para que cuajara su diseño actual.

La Comunitat sigue en los planes de futuro de la cadena de distribución. La prueba más reciente ha sido el impulso del nuevo espacio de bricolaje que se ubica en las mismas tiendas, llamado Bricor. La semana pasada se puso en marcha en la de Castellón y la previsión es continuar con su implantación en otros centros valencianos.

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