«El Servef se conoce poco o para mal, tenemos que recuperar la credibilidad»

Rocío Briones (Valencia, 1976) es licenciada en Ciencias del Trabajo y, después de tres años como secretaria de Empleo del PSPV, se ha fijado el reto de «visibilizar el Servef» y «recuperar la vocación de servicio público, adaptado a las necesidades reales de las personas, de las empresas y del territorio».

- ¿Qué balance realiza de este año, de su paso a la administración?

- El balance es positivo. Nos encontramos un Servef investigado por la UE, infrafinanciado, mal gestionado y con un personal desmotivado y poco cuidado y, con esos mimbres, tenemos que darle la vuelta y hacerlo más sensible, más social, más eficiente, participado y flexible. Pesa más lo positivo que lo negativo, que es el exceso de burocracia y cuestiones que implican ralentización.

¿Es más complicado de lo que esperaba cambiar el servicio?

Es más lento, pero también es un reto y un regalo poder cambiar lo que estos años he visto que no funcionaba. Además, la conexión que ha habido entre los tres miembros de la dirección del Servef, más el valor que aporta la heterogeneidad de los perfiles, hace fácil lo difícil y que ese reto se asuma de manera colaborativa y con mucha complicidad.

¿Las próximas elecciones son uno de esos elementos que ralentizan o afectan a la acción de gobierno?

No deberían. En nuestra mano está que esa cita electoral no afecte a lo importante, que es la gestión diaria.

¿Qué opina, como socialista, de que Podemos no apoyase un gobierno presidido por Pedro Sánchez?

Me parece mal, pero no depende de nosotros. No daban los números, está claro que no hubo predisposición de Podemos por llegar a un acuerdo y ahora, veremos qué pasa. Los socialistas valencianos estamos orgullosos de que no se hable de la Comunitat por corrupción, sino por pactos a la valenciana, y tenemos un aval: la gestión de este año y haber demostrado que el cambio es posible.

¿Y qué piensa del mestizaje, con la perspectiva que da ese año?

El Gobierno está funcionando y la Conselleria de Economía también. Es un departamento con una gran carga de trabajo y puede haber diferencia de opiniones pero lo importante es llegar a acuerdos y pensar que estamos en el mismo barco. Hay un único gobierno, con sus aciertos y errores, y así lo asumimos todos.

El conseller Climent está adquiriendo ahora más protagonismo en el Servef, que era una parcela del PSPV, ¿a qué se debe, al conflicto surgido por la libertad horaria?

Esta conselleria es complicada, con temas nada fáciles de resolver y él es el que marca la estrategia. Me parece fenomenal que venga periódicamente a reunirse con nosotros y entre en la esencia de los temas para luego poder defenderlos.

El Servef sólo interviene en un 1% de los contratos que se realizan, ¿cómo van a aumentar ese peso?

Es un servicio desfasado y ha intermediado muy poco porque no se ha preocupado por las empresas, pero no sólo eso. No queremos ser una agencia de colocación más, sino que las empresas confíen en la intermediación y la formación. Tenemos GVA Jobs, una herramienta que libera de burocracia a las empresas y da a las personas desempleadas un papel más activo. Ya no te van a llamar del Servef para una oferta, sino que tú, a través de la web, te vas a interesar.

¿Por qué pocas empresas y jóvenes recurren al servicio de empleo?

Estamos en fase de visibilizar al Servef. Es una marca que se conoce poco o para mal, tenemos que recuperar esa credibilidad y, para eso, necesitamos salir y hacer de comerciales. En cuanto a los jóvenes, es uno de los colectivos de emergencia, junto a los parados de larga duración sin ingresos, y a ellos vamos a enfocar Avalem Joves o el plan de empleo con diputaciones y ayuntamientos.

¿En qué se diferencia Avalem Joves de los planes anteriores?

Hemos pasado de los planes escaparate, de las ocurrencias del responsable de turno, a un programa participado, serio y profesional, con indicadores y evaluación periódica. Antes la evaluación brillaba por su ausencia, no hay datos del impacto de las acciones de los últimos 16 años.

- ¿Va a cambiar el modelo de formación por el presunto fraude en la CEC, la patronal de Castellón?

- Somos absolutamente respetuosos con los procesos judiciales en curso y ahí no opinamos ni valoramos nada. Lo que sí que me preocupa es que se demonice la formación por problemas puntuales en la gestión.

La aceptación entre las empresas es escasa, ¿son útiles esos cursos?

La planificación no ha sido la adecuada. Cuando llegamos y preguntamos en base a qué se decidía qué parte del presupuesto va a inserción y cuál a formación, nos dijeron que 'en base a lo que se ha hecho siempre', es decir, no había planificación, ni seguimiento, ni evaluación. Ahora la parrilla de cursos va a cambiar porque vamos a preguntarles a las empresas qué formación necesitan.

¿Cómo vivió que UGT, su sindicato, pidiera su dimisión si subía el sueldo a jefes de servicio?

Lo viví bien porque estamos en permanente contacto y fue un malentendido, en ningún caso estaban pidiendo mi dimisión, era un aviso. Los agentes sociales saben que todo lo que pongamos en marcha se hará con consenso, está en nuestro ADN. En cuanto a la plantilla, su labor es vital, como lo fue en el desbloqueo de fondos de la UE, y queremos mejorar su situación porque la interinidad llega hasta el 90% y cobran menos que en otros puestos similares.

¿Qué hay de la futura Ley de Empleo que anunció Ximo Puig?

La ley de creación del Servef del año 2000 está desfasada y queremos ordenar todo el sistema de empleo. Vamos a empezar a trabajar en el primer borrador, con participación y fijándonos en la ley catalana y la andaluza.