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Federico Giner, desde las viejas aulas hasta la escuela moderna

Federico Giner, desde las viejas aulas hasta la escuela moderna

La compañía valenciana Federico Giner renace tras la crisis con la vista puesta en el liderazgo del mobiliario escolar

PPLL

Domingo, 23 de abril 2017, 01:01

valencia. Cuando la familia Giner se inició como empresaria en 1910, una cuarta parte de la población española no sabía leer ni escribir. El siglo XX era aún joven y resultaba imposible prever el camino que iban a seguir las siguientes diez décadas. En su caso, el mobiliario escolar era austero y los métodos educativos estaban muy lejos de los actuales. Las mesas y las sillas tenían que destacar por su robustez, seguridad, durabilidad y funcionalidad. Eran tiempo duros y a todos los objetos de la vida cotidiana parecía que se les debía exigir ser capaces de poder soportarlos.

Sin embargo, el gran salto de la compañía se produciría cuando Federico Giner Grau se hiciera cargo de la empresa a partir de los años cincuenta, junto con sus hermanos Joaquín y José. Eran la tercera generación de la familia y será la que tendrá un protagonismo fundamental en la expansión y éxito de la empresa, tanto en ámbito nacional como internacional. Fue Federico Giner quien se encargó del departamento de ventas y estrategia comercial y, desde la compañía, se destaca como su carácter afable y su temperamento conciliador, sumado a su vitalidad e inquietud por abrir nuevos mercados y mejorar el posicionamiento de la empresa, fueron clave para motivar un crecimiento que convirtió a la empresa en todo un referente internacional en el diseño y fabricación de mobiliario escolar así como para el hogar.

Fue él quien alcanzó la firma de los sucesivos contratos de suministro de mobiliario con el Ministerio de Educación que permitieron a la empresa mantener el liderazgo nacional en el sector y es el segundo grupo europeo en fabricación de mobiliario. Así mismo, suyo fue el trabajo de internacionalización, que consiguió grandes adjudicaciones en países africanos y sudamericanos.

Quizás por los viajes a los que se veía obligado, también fue idea suya poner en marcha una nueva línea comercial: la fabricación de carros portaequipajes para aeropuertos, que terminaron por implantarse durante décadas en los principales aeropuertos nacionales e también en internacionales.

Sin embargo, tuvo que ser testigo en 2013 del final de la compañía, víctima de las demoras de las administraciones en el pago del material suministrado. La firma tuvo que prescindir de su personal, pero en la familia se conservaba el saber hacer que les llevó a empezar con el desarrollo de un nuevo proyecto hace dos años, permitiéndole ver aún al impulsor cómo se recuperaba su proyecto con la denominación social de Profesionales del Mobiliario Escolar y su marca histórica: Federico Giner.

Un año después del fallecimiento de aquel motor de la empresa, los miembros de la familia Giner que han emprendido esta nueva etapa confiesan que lo hacen con el objetivo de «ser de nuevo referentes en innovación y diseño de mobiliario escolar en los próximos años». Y eso que los retos no son pocos ni sencillos. «En poco tiempo el sector educativo ha cambiado mucho y muy rápido», señala el portavoz de la compañía Nacho Caravaca Giner. «Los nuevos métodos de enseñanza requieren de nuevos espacios con necesidades específicas».

Si antes el maestro dictaba desde la tarima y no contaba con más elemento pedagógico que una pizarra colgada de la pared, hoy se practican en los centros las llamadas pedagogías activas, el trabajo cooperativo, el aprendizaje por proyectos, el aprendizaje por servicios y un largo etcétera que requiere de un nuevo orden en las aulas al que debe acompañar el mobiliario que se utilice.

Aunque la compañía actual también ha recuperado el desarrollo de carritos porta equipajes para aeropuertos y mueble para el hogar, lo cierto es que la especialización ha sido históricamente su baza. De hecho, poder abrirse un hueco en este producto tan concreto como el mobiliario escolar exige una serie de elementos añadidos.

Como se destaca desde la firma, todo el mobiliario desarrollado por Federico Giner es sometido a estrictos controles de calidad por parte del laboratorio de Ergonomía del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV), encargado de acreditar la idoneidad del mobiliario escolar y de oficina, así como por el Instituto Tecnológico del Mueble, Embalaje y Afines (AIDIMA), miembro de la Asociación Europea de Institutos Tecnológicos del Mobiliario (EURIFI).

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