La concejal pasa a formar parte de las listas del paro al perder su contrato de médico

Cristina Martínez formalizó ayer los papeles del paro, situación en la que ha quedado después de perder su cargo como directora de Atención Primaria, ya que su contrato de médico también venció con esta destitución. La edil comentó que algunos de sus compañeros de partido «tienen miedo a hablar» precisamente por no perder su puesto de trabajo, al no disponer de plaza fija.

La concejal está convencida de que la alcaldesa, Mercedes Alonso, estaba al tanto de su cese y aseguró ayer que no ha recibido ninguna llamada telefónica suya ni el pasado fin de semana ni ayer. La última vez que se vieron, comentó, fue en una reunión en la Diputación, en la que Martínez expuso los motivos de su intervención en el Pleno y los principales problemas detectados en el ámbito sanitario local, un encuentro en el que «no abrió la boca», según su versión.

Martínez asegura que desde que habló de las deficiencias sanitarias en la sesión plenaria, Alonso la ha apartado de actos y tareas municipales que eran de su competencia, sustituyéndola por otros miembros de la corporación. Mencionó, entre otros ejemplos, que en el orden del día del pasado viernes no se incluyó, «de forma premeditada», la reunión prevista en el centro de salud de Altabix, con responsables de Salud Pública, para que no asistiera ni una visita posterior al centro de salud de Carrús.

En cualquier caso, se mostró satisfecha «de que los hechos me den la razón» y aludió, entre otros ejemplos, a que el conseller de Gobernación se comprometió a mejorar el funcionamiento del servicio de emergencias 112, una reivindicación que ella abanderó.

La destitución de la edil por parte de Sanidad provocó la dimisión en bloque de once cargos directivos de centros de salud, así como dos movilizaciones en favor de la sanidad pública y campañas de recogidas de firmas en su apoyo.