Emotiva misa en El Salvador por los comparsistas difuntos

La diana oficial de Moros y Cristianos arrancó ayer por la mañana de la plaza del Raval para finalizar en la replaceta de El Salvador, en cuyo templo tuvo lugar la misa en recuerdo de los festeros fallecidos y por el feliz desarrollo de las fiestas.

La ceremonia religiosa fue presidida por el reverendo Francisco Teumira, auxiliado por el diácono Damián Abad, con la intervención de un grupo músico vocal juvenil y la banda de música de Novelda. Conforme llegaba las comparsas al interior del templo se iban depositando los estandartes en el fondo del altar, con la bandera delante y como siempre, la imagen del Cristo de la Fe, en el mismo frontal.

El oficiante dio la bienvenida a los cargos y comparsas de ambos bandos, y en el curso de la ceremonia religiosa se llevó a cabo la ofrenda de una corona y ramos de flores, así como un considerable número de cintas recordatorias, por los fallecidos ultimamente -Fernando Giner, Adrián Pérez, Francisco Esclapez y José Campello-, y la larga lista de anteriores años, en cuya memoria se lleva a cabo esta emocionante ceremonia religiosa.

En la finalización de la misa, tanto por la banda música como por los cantores y todos los festeros que abarrotaban el templo, fue cantado el 'Aromas ilicitanos', como digno colofón a tan emotivo acto.

Los actos de Moros y Cristianos se iniciaron tras el Pregón, con la concentración ante las puertas de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, para dar inicio de una multitudinaria Entraeta, que resultó altamente gratificante, por el desenfado, la alegría que los festeros imprimen a este informar desfile, haciendo las delicias del numeroso público que se agolpaba en las aceras.

Por cierto, no resultó muy confortable la idea de abarrotar de invitados el Salón de Plenos del Ayuntamiento para presenciar por una pequeña pantalla, todos de pie, el acto del Pregón. Las condiciones no eran las más adecuadas que digamos.