Juzgan al alcalde de El Puig por los ruidos de una falla

El juicio contra el alcalde de El Puig, José Miguel Tolosa, ha comenzado esta semana en un juzgado de lo Penal de Valencia. Continuará en el mes de mayo. El responsable municipal se enfrenta a dos años y tres meses de prisión por un delito contra el medio ambiente. También podría ser condenado a una pena de hasta ocho años de inhabilitación. Los hechos se remontan a 2008. La fiscalía también pide para el entonces presidente de la falla el Trencall cuatro años.

El máximo responsable municipal declaró en el juicio que él hizo todo lo posible por solucionar el problema de ruido que la citada comisión causaba a un grupo de vecinos. De hecho, aseguró que transmitió las instrucciones necesarias a la Policía Local para que se solventara la situación con la máxima diligencia.

Licencia del local

De igual modo, indicó que se tramitó una licencia de actividad para sala polivalente, que cumplía con todas las medidas de seguridad. Además, informó de que se llegó a poner un limitador de ruido. Según las fuentes consultadas, aseguró que mantuvo varias reuniones con los afectados para tratar de solucionar las discrepancias con la citada comisión. Un responsable policial precisó que sólo seis vecinos de un total de 145 posibles perjudicados denunciaron los hechos.

La Fiscalía, tal y como informó en su día LAS PROVINCIAS, sostiene que la falla estableció su sede en la calle Literato Azorín «sin disponer de licencia de actividad ni apertura». Además, el local carecía de cualquier medida de insonorización que redujera las molestias causadas por diferentes actos.

Los residentes de las viviendas cercanas comunicaron la situación a la Policía Local. Los agentes acudieron en 18 ocasiones en apenas un año. Por citar dos ejemplos, se llegaron a detectar 82 y 72 decibelios. Los vecinos también informaron al alcalde del municipio de que el local carecía de la correspondiente licencia que permitiese realizar este tipo de actividades tanto nocturnas como diurnas. Hasta una decena de escritos llegaron al responsable municipal en los que reclamaban una solución. Pero Tolosa, siempre según la calificación de hechos de la Fiscalía, hizo caso omiso a estas quejas.