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Aspecto de la montaña de La Patà tras las talas realizadas para combatir el Tomicus. :: opg
La montaña de El Puig recuperará  el aspecto que tenía en el siglo XVII

La montaña de El Puig recuperará el aspecto que tenía en el siglo XVII

El comité de expertos baraja plantar olivos, algarrobos y especies que pervivieron durante años en La Patà, ahora arrasada por el Tomicus

MARINA COSTA

Sábado, 11 de abril 2015, 23:31

Desde el siglo XVII hasta mediados del XX la imagen de la montaña de La Patà se mantuvo más o menos en el tiempo como una vieja postal. Pero fue en los años sesenta del pasado siglo, cuando las repoblaciones masivas de pinos y otras especies de rápido crecimiento cambiaron la imagen del pulmón verde de El Puig. Esas coníferas crecieron sobre un suelo con escaso sustrato y repleto de rodeno. «Las replantaciones en general, no sólo en El Puig, se hicieron sin ninguna planificación y sin tener en cuenta las características de cada terreno en cuanto a las especies seleccionadas. Se buscaban repoblaciones muy rápidas», explica el concejal de Agricultura y Medio Ambiente, Vicente Puchol.

DATOS

  • es la cantidad de pinos que han sucumbido al Tomicus, un insecto que debilita lor árboles hasta secarlos por falta de savia.

  • pinos o coníferas se plantaron en los años sesenta en La Patà

La plaga de Tomicus que ha arrasado pinadas enteras por toda la Comunitat y ha supuesto la tala ya del 85% de los pinos de El Puig no deja otra alternativa que «reinventar» La Patà para volver a pasar del marrón al verde. Ahora un grupo de expertos formado por técnicos, especialistas e historiadores ha planteado volver a los orígenes del paraje y replantar «las especies que históricamente han existido y pervivido aquí. Lo que ocurre es que la gente ya no lo recuerda o, simplemente, no lo ha visto».

El historiador y experto Julio Badenes planteó en las primeras reuniones «la necesidad de conocer la realidad de la montaña, pero no sólo la que vemos ahora, sino la de toda su historia con datos de hasta donde podemos remontarnos. Disponemos de documentación desde el 1600, aproximadamente».

El aspecto de este enclave durante los últimos 400 años «no varió demasiado. En un primer momento la montaña no tuvo árboles, ya que habrían eliminado la visibilidad en un importante punto defensivo, ya que aquí se encuentra el castillo, que es de origen musulmán». Cuando la fortificación dejó de estar activa, el paisaje de la montaña fue cambiando. Crecían alcornoques, oliveras, esparto o almendros. Ahora el objetivo es «replantar toda esa flora y esos árboles que compusieron este enclave durante tanto tiempo».

Fue, concretamente, en 1962 cuando «se plantaron en torno a 12.000 pinos que realmente no pudieron crecer con vigor. Estas montañas apenas tienen tierra, hay mucho rodeno». Ya en la actualidad, la sequía y el debilitamiento de los árboles allanó el terreno para la llegada del voraz Tomicus, un insecto que ha provocado la muerte de miles de ejemplares.

Badenes recalca que el crecimiento descontrolado de las coníferas «ha provocado durante años importantes daños a los restos arqueológicos de toda esta zona, pues aquí, además del castillo, hay vestigios desde la Prehistoria y la Edad de Bronce, sin olvidar los refugios y trincheras de la Guerra Civil». La replantación que se haga ahora en La Patà tendrá que ser respetuosa con el entorno, «no sólo a nivel medioambiental, sino también en el aspecto arqueológico, ya que hablamos de un enclave histórico de muchísimo valor durante siglos».

Así, las actuaciones tendrán un seguimiento arqueológico constante. El castillo «dispone de un Plan Director que obliga a velar por los restos. De hecho, en el entorno del recinto fortificado ya no podrán volver a plantarse árboles de gran porte, como los que había hasta hace poco», recalca el historiador.

Otra actuación, ahora que los pinos ya se han retirado, es atajar la población de chumbares o paleras que existe en una cara de la ladera y que podría «convertirse en un problema al disponer de terreno para proliferar. Será de lo primero que hagamos», según el edil.

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