El peligro de desprendimientos obliga a prohibir el acceso a la playa del Tangó en Xàbia

Al cierre desde hace varios años de la cala del Ambolo se ha unido ahora la de la playa del Tangó.

De hecho y como ya ocurriera en el verano de 2005, el ayuntamiento ha decidido prohibir el paso a la cala del Pope o Tangó de Xàbia debido al peligro de desprendimiento de rocas de esta playa situada en la zona norte del puerto. A principios de esta semana, se instaló un cartel advirtiendo del peligro y prohibiendo el paso a bañistas y senderistas.

La cala, situada en la reserva marina del Cap de Sant Antoni, hace años que arrastra graves problemas de desprendimientos. En 2006 la dirección general de Costas decidió colocar una pantallas a base de redes de tensión para soportar los derrumbes de las rocas sobre la cala.

No obstante, los desprendimientos unidos a la regresión de la playa cala hasta llegar prácticamente a su desaparición, hace que la afluencia de bañistas sea muy baja y su difícil acceso por tierra también propiciaba pocas visitas de senderistas.

Pequeño mirador

Sin embargo, según fuentes municipales, la Generalitat Valenciana ha habilitado recientemente un pequeño mirador desde el que se puede acceder a la cala y ha instalado unas cuerdas para hacer el paseo más seguro.

Todo ello ha provocado un aumento de visitantes y una inspección desde Servicios, que ha constatado que se han registrado desprendimientos grandes y la reparación de las mallas protectoras instaladas hace ocho años excede del presupuesto municipal.

Ante ello, el ayuntamiento se ha visto obligado a poner medidas disuasorias al paso para evitar posibles accidentes, ya que el riesgo es muy elevado.

Por otra parte, la pasada semana el consistorio remitió a la Generalitat Valenciana el informe elaborado sobre el estudio de viabilidad para la construcción y explotación de una instalación náutico- deportiva en el puerto de Xàbia.

Uno de los aspectos que se abordaba era la progresiva desaparición «física» de la playa del Pope sufrida en la última década.

Por ello, la corporación municipal reclamó a los responsables de la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente que iniciase los estudios y trabajos necesarios destinados a la recuperación de la playa. También se les exigió que procediesen a destinar las inversiones necesarias para la protección y consolidación de los taludes de piedemonte en la zona de la calle Caleta.

Además, la pasada semana los departamentos de Medio Ambiente y Playas del Ayuntamiento de Xàbia llevaron a cabo labores de mantenimiento y reparación de las estructuras metálicas de protección de calas y playas con las que se frenan posibles desprendimientos de piedras. Unos trabajos con un presupuesto de 15.000 euros.

En concreto se trabajó en las mallas de triple torsión que salvaguardan la zona sur de la playa Granadella, un sistema de seguridad que va pegado a la pared y que fue instalado hace ya diez años. Tras una inspección se comprobó que, por el paso del tiempo y las inclemencias meteorológicas, esta red se había rasgado en algunos puntos y oxidado en otros, por lo que se retiraron, recosieron y se volvieron a colocar junto al acantilado, esta vez anclada con piquetas de acero inoxidable.

En total se actuó en una zona de 300 metros cuadrados puesto que al área de Medio Ambiente decidió ampliar el sistema de seguridad hasta la segunda cala.

El ayuntamiento también intervendrá en la malla dinámica de la cala Ambolo, instalada para recoger piedras de mayor tamaño. Ahora se vaciarán los cascotes y pondrá a punto de la malla para que siga cumpliendo su función. Pese a ello, la cala seguirá formalmente cerrada.