Los regantes del río Girona exigen tener voz y voto en el Consorcio de Aguas de la comarca

Los regantes del riu Girona están que trinan. Y es que están hartos de que se sobreexploten los acuíferos que poseen para abastecer a otras zonas y de no saber qué cantidad de agua se está suministrando desde el pozo Lucifer hasta la Mancomunidad de Calp, Murla y Vall de Laguar.

Por este y otros muchos motivos quieren entrar a formar parte de pleno derecho del Consorcio de Aguas de la Marina Alta. El objetivo es tener voz y voto en este organismo que depende de la Diputación de Alicante y que el mismo presidente de la administración provincial se comprometió a reactivar para tratar de buscar una solución al déficit de recursos hídricos que sufre la comarca por falta de infraestructuras para trasvasar el agua de unos municipios a otros.

En la asamblea celebrada esta semana en Ondara, los representantes de los regantes de la Rectoria, Ondara, Beniarbeig, Els Poblets y Pedreguer, alcaldes de los pueblos que están en el curso del río y el diputado provincial de Compromís, Gerard Fullana, manifestaron el malestar sobre la sobreexplotación de los pozos que vienen sufriendo desde hace tiempo. Una situación que se ha agravado con la pertinaz sequía que sufre toda la comarca.

Según comentó el presidente de los regantes del Girona, Antonio Carrió, en 2013, los afectados se enfrentaron a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ante los tribunales por dar una concesión de 25 años a la Mancomunidad de Calp, Murla y la Vall de Laguar.

Esta autorización permite la extracción desde el pozo Lucifer de 3,8 millones hectómetros cúbicos de agua al año. No obstante, ante la promesa de la CHJ de mantenerles informados en todo lo referente a los caudales derivados a la Mancomunitat, los regantes decidieron retirar el asunto de los tribunales. Pero, como explicaron a día de hoy, desconocen la cantidad de agua que se extra del acuífero de Laguar.

De hecho, ya manifestaron que la cesión reduciría el volumen disponible de agua y pondría en riesgo toda la agricultura de la zona y el desarrollo industrial, lúdico y turístico.

Como consecuencia de lo que ya se preveía, los afectados incidieron en que la microfauna que necesita calidad de agua para sobrevivir ya no dispone de ella y municipios como Tormos, donde el pozo ya está a 240 metros de profundidad hace que las bombas eléctricas se deban utilizar más y el coste eléctrico se dispare.

Los regantes también aseguraron que la Conselleria de Agricultura, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y la Diputación Provincial de Alicante «han permitido las obras ilegales de conducción del agua hasta el municipio de Calp». Es más, el secretario de la Comunidad de usuarios del Girona, Pepe Noguera, señaló que no han sabido nunca cuánta agua se han llevado a Calp «con esta extracción abusiva», a pesar de que la CHJ prometió en darles toda la información.

Por ello, reiteraron que deberían tener total y libre acceso a dicha información. Pero ahora, «es muy difícil acceder ya que debes tener un usuario y contraseña que te permita la entrada a la plataforma de la web donde se ven reflejados todos los movimientos de las cuencas hídricas de la comarca».

Así, el presidente de los regantes, Antonio Carrió, incidió en que los agricultores se sienten impotentes ante la situación del acuífero y por ello exigen la participación de pleno derecho de regantes y agricultores en el Consorcio de Aguas de la Marina Alta.

El diputado, Gerard Fullana, recordó que el agua no es un problema de uno o dos pueblos ya que son muchos los que sufren este déficit hídrico por el mal uso de los pozos de la comarca e insistió en que es «inadmisible» que desde la Diputación no se les proporcionen los datos suficientes a los regantes del riu Girona. Es más, añadió que el suministro está en peligro y el nivel del acuífero está a niveles muy bajos.

El exalcalde de Alcalalí, José Vicente Marcó, aseguró que el presidente de la Diputación y primer edil de Calp, César Sánchez, se reunirá con los regantes en un mes.