Seis miembros de un nuevo Tribunal impartirán la justicia junto a su presidente

De la actualización de las Ordenanzas del Juzgado Privativo de Aguas de Orihuela ha resultado la creación de un organismo que por primera vez en más de siete siglos tomó posesión ayer. Se trata del Tribunal de Aguas que estará compuestos por seis integrantes (y dos suplentes) y que se encargará junto a su presidente y juez de Aguas de impartir justicia. Son miembros del mismo Ángel Larrosa, Jesús Sanmartín, Francisco Simón, José Cámara, Antonio Mompeán y Rubén Cerezo, quienes igual que su responsable recibieron su blusón negro de huertano. La actualización de las ordenanzas se acometió con el objetivo de adecuarlas al ordenamiento jurídico actual y no sin dificultades dado que las primeras fueron dictadas por Alfonso X El Sabio y la última actualización se realizó en el siglo XIX. El trabajo para conseguir el objetivo se ha desarrollado desde el 2007 y con la colaboración de la CHS se ha logrado aunar la tradición con las leyes vigentes en la actualidad.

La toma de posesión del Tribunal de Aguas fue prácticamente la última parte de un acto solemne que se inició con el toque de atención del juez de Aguas, Jesús Abadía, a los asistentes mediante la campanilla que preside la mesa principal del salón de actos. Abadía anunció lo que iba a suceder y aprovechó para despedirse del cargo y de todos los que durante los seis años que lo ha ocupado han trabajado junto a él para lograr que se haya seguido con la modernización de regadíos, firmado un convenio con el Ayuntamiento que ha permitido estrechar la colaboración entre ambas instituciones o la rebaja de la delincuencia en el campo, además de en el capítulo patrimonial haber iniciado los tramites para declarar al Juzgado Privativo de Aguas como Tribunal Consuetudinario y Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

A partir de ahí el secretario dio lectura al acta de la elección celebrada el lunes que finalmente no tuvo que realizarse puesto que Pedro Mompeán retiró su candidatura antes de empezar, lo que hizo que se proclamara de forma directa a Manuel Larrosa Espinosa. Por sorteo se designó a José Martínez Egidio como teniente juez y como único candidato, Pedro Ángel Grao Gálvez resultó síndico general. En el orden del día estaba la elección de los integrantes del Tribunal de Aguas a los que se sumaron además dos suplentes, Francisco Hernández y Manuel Padilla. Tras la toma de posesión, la entrega de blusones e insignias, el nuevo juez de Aguas hizo un primer discurso en el que marcó las líneas del programa que pretende desarrollar durante el mandato 2015-2018. Pidió ayuda a sus antecesores, Antonio Barberá y Jesús Abadía y «un plus de esfuerzo» a los síndicos, dado que hizo un llamamiento tanto a la optimización del agua como al control presupuestario. «Que el juzgado alcance el respeto y la posición que por importancia le corresponden» fue otro de los llamamientos que hizo en referencia a que se iguale a instituciones como el Tribunal de las Aguas de Valencia o el de Hombres Buenos de Murcia que ya cuentan con reconocimientos por su antigüedad y patrimonio, y recordó que el de Orihuela se rige tal y como ordenó Alfonso X El Sabio, con un funcionamiento que venía de tiempo de moros. Larrosa se marcó como objetivo avanzar en la renovación tecnológica, con más presencia en internet así como por la digitalización del archivo.