El Consell declara la guerra a la AVL

La tregua que se habían dado el Consell y la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) a cuenta de la definición del valenciano en el Diccionari Normatiu elaborado por la entidad estatutaria se ha roto. El conseller de Gobernación y Justicia, Luis Santamaría, cuestionó ayer el papel que desempeña la institución normativa a la hora de defender el idioma de los valencianos, y afirmó que «nunca debió dejar de ser una academia de la lengua valencia que defendiera a ultranza nuestra lengua como principal seña de identidad».

Las palabras de Santamaría -que todavía no era conseller cuando se produjo la anterior polémica- llegan seis meses después de que estallara el penúltimo conflicto entre la Acadèmia y el Ejecutivo valenciano. A principios del pasado mes de febrero, la AVL hacía público su Diccionari Normatiu Valencià, en el que el valenciano aparecía definido como «Lengua románica hablada en la Comunitat Valenciana, así como en Cataluña, las Islas Baleares, el departamento francés de los Pirineos Orientales, el Principado de Andorra, la franja oriental de Aragón y la ciudad sarda de l'Alguer, lugares donde recibe el nombre de catalán».

La Acadèmia aceptaba así la unidad de la lengua catalana, una postura que fue duramente criticada por parte del valencianismo cultural, y también por el Consell. El Gobierno presidido por Alberto Fabra pidió al Consell Jurídic Consultiu (CJC) que se pronunciara sobre la legalidad de la definición. Y el CJC concluyó que no se ajustaba «al Estatuto ni a su ley de creación». Pero la realidad es que a día de hoy, con el mes de agosto tocando a su fin, la AVL todavía no ha modificado la entrada del diccionario, ni ha indicado que tenga intención de hacerlo.

Así las cosas, Luis Santamaría, que se encontraba ayer de visita en la Fira de Agost de Xàtiva, consideró «contradictorio que instituciones que tienen rango estatutario como la AVL se alejen de la función que la norma básica de nuestro autogobierno le atribuye: la de velar por nuestra lengua y defender su identidad». Y pidió a la entidad que reflexionara y que volviera a ser «lo que nunca debió dejar de ser: una fuente de consenso sin contribuir a un conflicto que los valencianos no deseamos y que del que el Gobierno de la Generalitat no va a formar parte». «Sería preferible que la AVL se constituyera y comenzara a trabajar como una AVL de una vez por todas», añadió el titular de Gobernación.

Para el titular de Gobernación, la institución «parece haber abandonado su posición inicial de superación de un conflicto para cruzar el Rubicón que separa la defensa de la singularidad del valenciano de un proceso de integración lingüística y cultural que no es compartido ni está amparado por la mayoría de la sociedad valenciana», en referencia al pancatalanismo y al proceso soberanista catalán. Finalmente, Luis Santamaría advirtió de que el Consell «debe adoptar las resoluciones que en legítima defensa de la lengua valenciana tiene atribuidas». Por otro lado, Santamaría quiso vincular las reivindicaciones frente a la AVL con la batalla por la mejora de la financiación autonómica, una de las banderas del Consell de Alberto Fabra. Así, el responsable de Gobernación apuntó que «necesitamos creer en nuestro autogobierno», porque «si queremos que desde Madrid se atiendan reivindicaciones históricas como una financiación justa y si queremos ocupar un lugar destacado, debemos creer en nuestra identidad». Con la postura exhibida ayer por Santamaría, el Consell recupera para el PP su discurso más valencianista ante un escenario electoral complicado en 2015.