El aeropuerto de Castellón logra el penúltimo permiso para poder abrir

Un paso más para que lleguen los primeros vuelos al aeropuerto de Castellón. La empresa que gestiona la base, SNC-Lavalin, corroboró ayer que la infraestructura logrará la apertura definitiva a finales de año, con lo que se cumplirán los plazos previstos del contrato de adjudicación de la Generalitat.

Tras las últimas pruebas realizadas por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, el aeropuerto las ha superado y el ente estatal ha autorizado que el aeródromo entre en la Publicación de la Información Aeronáutica (AIP), según Lavalin.

La AIP es una especie de censo oficial que maneja AENA, en la que está todo la información relativa a cada aeropuerto. Con este aval, el de Castellón aparece por primera vez registrado como un aeropuerto y supone el paso previo a la autorización definitiva.

Esta información está controlada por los organismos competentes (AENA en España) y ofrece información para vuelos civiles que se intercambia con las compañías aéreas nacionales y extranjeras.

De hecho, Lavalin informó ayer de que esta publicación cumple «una nueva etapa en la certificación» y aseguró que «luego llegará la autorización de apertura» que la multinacional canadiense espera para finales de este año. No en vano, la intención de SNC-Lavalin es que el aeropuerto de Vilanova d'Alcolea reciba el primer vuelo dentro de 2014, si bien se pronostica que será a partir de 2015 cuando se establezcan rutas comerciales con normalidad.

La multinacional canadiense logró vencer en el concurso público que puso en marcha la Generalitat. En las bases acordadas la empresa dispone de cinco meses y medio para conseguir que el aeropuerto se ponga en marcha y, según Lavalin, recibirá de la administración valenciana 24 millones de euros durante los primeros nueve años de gestión. Según sus cálculos, a partir del décimo año la base castellonense será rentable y, además, ya habrán agotado el aval de la Generalitat.

Tal y como explicaba Alain Rusell, director del aeropuerto en su presentación pública, en una década se logrará la rentabilidad ya que se superará el millón de pasajeros ya que su objetivo es «poner al servicio de los ciudadanos el aeropuerto de Castellón». Rusell aseguró entonces que el acuerdo firmado beneficia tanto a la Generalitat como a su empresa y servirá como motor del desarrollo de la provincia de Castellón.