Fabra no logra el aval de los barones del PPCV a su candidatura

El presidente de la Generalitat y del PP en la Comunitat Valenciana, Alberto Fabra, no ha tenido más remedio que desandar la senda que empezó a trazar la semana pasada. La negativa de Alfonso Rus y de José Císcar, presidentes de esta formación en las provincias de Valencia y Alicante, respectivamente, a firmar un documento que respaldara la gestión del Consell y, sobre todo, que reforzara ante la dirección nacional del partido a Fabra como candidato a la Generalitat el próximo mes de mayo, le ha obligado a retirar esa recogida de avales.

Císcar y Rus ya dejaron sentado el pasado fin de semana que no iban a avalar candidatura alguna, sobre todo después de que la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, asegurase que tenía donde elegir para designar al cabeza de cartel. Ambos barones provinciales volvieron a poner sobre la mesa su posición el pasado jueves directamente ante el propio Fabra.

La iniciativa de Fabra le ocasionó críticas por todo el partido, especialmente porque una decisión como la ideada por el área de Presidencia de la Generalitat y ejecutada disciplinadamente por la coordinadora general del partido, sólo podía contribuir a resquebrajar las filas y a poner en evidencia la debilidad de quien la pone en marcha.

Así las cosas, el presidente de los populares contaba sólo con el apoyo del líder del PP en la provincia de Castellón, Javier Moliner, que no ha salido públicamente a avalar a Fabra. De ahí que se viese forzado a convocar un encuentro con los tres barones -no invitó a Barberá, la referencia en la Comunitat Valenciana para la dirección nacional del PP- para, ante una buena mesa, decirse las cosas a la cara y tratar de volver a generar un clima de unidad.

Cada uno de los comensales llegó por su cuenta al restaurante de una céntrica calle de Valencia en que les había citado el presidente a las 14.30 horas. El primero en acudir fue José Císcar, presidente del PP alicantino y vicepresidente del Consell. El segundo, Alfonso Rus, presidente del PP valenciano y de la Diputación. Alberto Fabra fue el tercero. Y todos ellos esperaron al presidente del PP de Castellón y de su Diputación.

No ocuparon ningún reservado. Se sentaron en el salón del restaurante, junto al resto de comensales que habían acudido al local. Y allí expusieron sus puntos de vista. Moliner menos.

Se dijeron «lo que se tenían que decir», aseguraron fuentes del partido. A Fabra le echaron encara que con su iniciativa estaba provocando la división en el partido y que la decisión sobre el candidato la tiene que adoptar la dirección nacional. Fabra reclamó «unidad» -no es la primera vez que lo hace- a los dirigentes provinciales. El presidente pidió «germanor» después de darse cuenta de que no podía seguir adelante con su iniciativa

Alfonso Rus, según pudo saber LAS PROVINCIAS, aclaró al jefe del Consell que no tiene aspiraciones autonómicas pero dejó sentado que no se compromete con nadie y reiteró que continuará al frente de la Diputación de Valencia si su equipo así lo decide.

Un par de horas antes de la comida, José Císcar, que compareció para dar cuenta de la ley de transparencia, no mostró públicamente en ningún momento su apoyo a Fabra como candidato. Tampoco en la comida lo hizo. Císcar, además, ha convocado para hoy una reunión conjunta del comité ejecutivo provincial y de la junta directiva provincial del PP alicantino. Durante el pleno del Consell aseguró que antes de firmar nada sometería el asunto a su comité de dirección.

Al final, el documento impulsado por Alberto Fabra e ideado por su equipo de colaboradores más cercano, queda para el olvido y el presidente se comprometió -no le queda otra- a acatar lo que Génova decida sobre la candidatura del PPCV a la Generalitat. Por contra, recibió el compromiso de «germanor» de Rus y Císcar. Hasta la próxima.

Tras dos horas de reunión, los comensales se dirigieron a las 17 horas a la sede de la calle Quart, donde había una jornada para explicar al presupuesto autonómico de 2015 a los alcaldes de la provincia de Valencia. Fabra fue el único que habló a su llegada. El presidente reconoció que deja aparcada su reivindicación sobre la candidatura. «Así debe ser. Lo que no podemos es estar cuestionando de forma permanente algo que lo único que hace es debilitarnos», reconoció. «Al final tomará la decisión quien la tenga que tomar, como dicen los estatutos, pero lo que no podemos estar es todos los días hablando de lo mismo», dijo.

El dirigente regional del PP señaló que habiendo tantos problemas no pueden crear uno más (la iniciativa fue suya, ni de Rus ni de Císcar) y que «ocupe todo el tiempo».

Sobre la carta que reconocía la labor realizada por el Consell y servía para avalarle ante Génova, el presidente del PPCV dijo que el mejor documento que puede haber «es la foto de la unidad y del compromiso» mostrados por él mismo y los barones provinciales y que no se trata de recoger firmas sino de trabajar por las siglas del partido.

«Quien tenga que tomar la decisión (de designar el candidato) la tomará, pero no estemos aquí todos los días preguntándonos lo mismo, porque al final eso genera desconfianza entre nuestros afiliados, entre nuestros votantes y entre la ciudadanía», aseguró el presidente que ha tardado una semana en deshacer el nudo del cordón que él mismo había apretado. «¿Quién va a confiar en nosotros si nosotros estamos poniéndonos en cuestión todos los días?», se cuestionó.

El presidente señaló que el proyecto del PPCV «está por encima de cualquier persona», y realizó un llamamiento para que cada dirigente se ocupe de «la responsabilidad que cada uno tiene».