El secreto que custodió el Palau

El 2 de junio de 1995 era viernes. Cinco días antes, el PP valenciano había ganado las elecciones autonómicas en la Comunitat para situar a Eduardo Zaplana al frente de la Generalitat con ayuda de Unió Valenciana. El gabinete del ya expresidente Joan Lerma, en aquel momento ministro de Administraciones Públicas, ultimaba toda la documentación para el traspaso de poderes de las dos administraciones. Entre los miembros del gabinete saliente, algunos de los protagonistas de la más alta política actual. El nuevo presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y su amigo de la infancia, entonces asesor de Lerma, y ahora secretario autonómico de Presidencia, Andreu Ferrer. Los mismos protagonistas de la historia, 20 años después.

Precisamente ese mismo día 2 de junio, Ferrer preparaba los informes de situación de la Generalitat, tras ochos años de gobierno socialista. El escenario elegido era el despacho de Puig, entonces jefe de gabinete de Joan Lerma. Y en el último minuto, antes de abandonar el Palau, escribió una sola palabra y una fecha en una cartulina blanca del tamaño de una tarjeta de visita. La habitación era el despacho del poder, el mismo que ahora, justamente ocupa el nuevo secretario autonómico de Presidencia, tres décadas después. Y el mismo en el que el lunes, cuando el nuevo gabinete de Puig se instaló en el Palau de la Generalitat, buscó ese papel que 20 años antes Ferrer había escondido en el marco de madera de uno de los ventanales del edificio presidencial.

Y el nuevo equipo de Puig lo encontró y se ayudó de un abrecartas para sacar a la luz el documento. Los protagonistas inmortalizaron incluso el momento en vídeo, después de años contando la historieta del papel escondido. Una cartulina blanca, con tinta roja que ahora no sólo han recuperado como símbolo de la vuelta al poder, 20 años después, sino que han decidido enmarcar para que quede constancia de la historieta. La nota rezaba «Tornarem», y 20 años y un mes después, el PSPV y Ximo Puig, han vuelto.