El informe pone la vista sobre el uso incorrecto de 74 millones en caja fija

El funcionamiento de la caja fija de la Generalitat, la partida que se utiliza para gastos menores no presupuestados, surgidos en el día a día de las consellerias, es una de las piedras filosofales del informe de la Sindicatura. Los avisos sobre su falta de regulación y las advertencias sobre el descontrol en su uso se repiten año a año. Y en 2014 no podía ser distinto.

El Síndic Major, Rafael Vicente Queralt, recomienda también en su informe de este año una «revisión y actualización» de la que debería ser objeto la normativa que regula este mecanismo porque, al margen de su antigüedad (data del año 1998), «es insuficiente en algunos aspectos importantes para la adecuada gestión y control de estos fondos». De hecho, sólo en el ejercicio auditado, el Consell gastó más de 73,4 millones de euros con cargo a la hucha de los imprevistos.

El informe realiza un muestreo de las cajas fijas de mayor importe de las consellerias de Hacienda y Gobernación y en ambos casos detecta irregularidades en su uso. Así, la Sindicatura avisa de que en Hacienda, se observan «indicios de posibles fraccionamientos», algo contrario al funcionamiento de la caja fija, que debe emplearse para contingencias comunes o gastos imprevistos. En el caso de Gobernación, al cosa va más allá porque en 33 justificantes no constaba la aprobación del gasto por el órgano correspondiente, en 2 casos no constaba la conformidad de la recepción del servicio facturado, y en 5 casos no constata conformidad de la factura del gasto.

Como también se repite año a año, el muestreo en las cajas fijas de hospitales demuestra que las gerencias las usan para pagar gasto farmacéutico.