Un torpedo en plena forja del liderazgo

«No sabemos nada» fue la frase que repitió ayer varias veces el portavoz del PP en el Ayuntamiento y presidente del partido en Valencia, Alfonso Novo, después de que se marchara la Guardia Civil de la sede de los populares en el Consistorio. Hoy conocerá los motivos de la imputación, que llega en el peor momento de un grupo desmotivado tras la marcha de Rita Barberá y que empezaba a recomponerse.

Novo aterrizó en el PP desde Unio Valenciana y poco a poco se afianzó como un valor seguro en los esquemas de gobierno de Barberá. Tras llevar delegaciones menores como Disciplina Urbanística, asumió Tráfico y Urbanismo posteriormente, antes de la portavocía por la renuncia de Alfonso Grau, implicado en el caso Nóos que se ha empezado a juzgar recientemente en Palma de Mallorca y propició su caída política.

Que eso ocurra con Alfonso Novo habrá que verlo todavía. En primer lugar se desconocen las causas concretas de la imputación, donde existe la posibilidad de que no se le achaque ningún delito más allá de responsable actual del grupo popular.

En todo caso, su figura política se vuelve más provisional si cabe y necesitará un esfuerzo todavía mayor para mantener la cohesión del grupo municipal.

Novo defendió ayer su puesto al frente del PP, descartando cualquier atisbo de dimisión, aunque dejando dudas sobre el futuro de la secretaria del PP, Mari Carmen García-Fuster, arrestada en la 'Operación Taula'. Las personas detenidas han sido suspendidas cautelarmente de militancia en el partido.

El edil del PP fue directo al responder a las imputaciones de delitos tan graves como cohecho y tráfico de influencias. «Absolutamente no, no tenemos constancia de nada de eso. A lo largo de la investigación se sabrá y ya sé que es algo que se suele decir en estos casos, aunque es verdad».

De los correos electrónicos copiados por la Guardia Civil no precisó a qué ordenadores y personas corresponden, aunque es posible que sea uno de los afectados. A preguntas de los periodistas, se mostró tranquilo sobre las acusaciones que empezaban a llover a la misma hora, donde citó como ejemplo las críticas de la vicepresidenta Mònica Oltra, para ser muy crítico con un comentario en redes sociales de la delegada de Protección Ciudadana, Sandra Gómez, donde pedía a los populares que «levantasen las manos y entregaran las actas».

Aguantó el tipo toda la mañana, al igual que los concejales Mendoza, Bernal y Puchalt, mientras que otras personas salieron del grupo municipal eludiendo a los periodistas, como reconoció Novo. Las oficinas del PP en el Consistorio están en la tercera planta, por lo que tienen acceso a una terraza común, donde hay posibilidad de bajar a la calle por otra escalera.

«No han dicho ni el objeto ni el motivo de la investigación», insistió el edil, que ayer se ausentó por razones obvias de la junta de portavoces previa al pleno de este jueves, una sesión que se plantea como una incógnita acerca de la presencia del concejal en el hemiciclo.

«Vamos a ver qué pasa con todo esto», dijo a modo de frase tranquilizadora. En plena remontada tras las elecciones generales, con 40.000 votos más que en mayo, las imputaciones frenan en seco al PP.