«Un, dos, tres, cuatro... dos millons de peles»

Todo tiene un principio. Hasta el final. El principio del fin del enorme poder que Alfonso Rus acumuló en su partido y en las instituciones públicas arrancó a cuatro días de la celebración en Valencia de una visita con alto contenido electoral del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. A principios del pasado mes de mayo, a escasas semanas de los comicios autonómicos, dos voces en valenciano, que se atribuyen a Rus y Marcos Benavent (exgerente de Imelsa), cuentan a coro billetes. Tanto entonces como ahora, algunos colaboradores de Rus aseguran que el contaba junto a Benavent era Emilio Llopis, jefe de Gabinete de Rus en la Diputación. Da lo mismo. La bomba estalló, pero sin cuenta atrás, sino con un recuento era progresivo y dinerario: «Uno, dos, tres, cuatre, cinc, sis, tres mil, cuatre mil, cinc mil, sis mil, set mil, huit mil, nou mil, deu mil, onze mil, doce mil... dos millons de peles».

Benavent era, en el momento en que realiza la grabación, ahora en manos de la fiscalía, concejal de Feria y Fiestas del Ayuntamiento de Xàtiva en el que Rus gobernaba. Su peso político nunca ha sido relevante, pero su vinculación con Rus fue hasta la Navidad de 2014 estrechamente personal, tanto con la familia de Benavent como con la de su, entonces, mujer. Ya no son pareja.

«Este va a presentarse a una VPO, este y otro, tengo dos», comenta Benavent, ante lo que reflexiona Rus: «Pero eso es complicado. Tienes que sacar a concurso el solar, y lo que sobrara, para que no nos maten. Es que si nos...».

Otra de los cortes permite escuchar al expresidente de la Diputación saludando a un tal Pepe. «Estoy trabajando más que nunca, Pepe, trabajo como la madre que me parió», frente a lo que el tal Pepe le recomienda: ¡No trabajes que eso es de tontos hombre! ¡Vive bien, cojones!». Rus replica: «También vivo bien, ¡trabajando vivo bien!».