Culla, elegido presidente de Som Valencians

La asamblea general de Som Valencians ha elegido a un histórico del valencianismo, Joan Ignaci Culla, como presidente de esta formación. Culla cuenta como secretario general a Jaume Hurtado, el impulsor y fundador de este partido, que repite en el cargo, y Amparo Arona ejercerá de vicepresidenta. Culla sucede a Amparo Aparici, la primera presidenta del partido desde su fundación, en diciembre de 2014.

Los miembros del consell executiu fueron elegidos con una sola abstención en un cónclave al que asistieron unos 150 militantes, celebrado en un hotel situado junto a la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Entre los componentes de la cúpula de la formación valencianista se encuentran Mari Paz Quilis, Manu Llopis, Inma Soriano, José Marco, Emilo Martínez Bonet, Eduard Roca, Vicent Iborra y Juan José Iglesias.

El objetivo que se ha marcado el consell executiu es poner en marcha la estructura local y comarcal de Som Valencians. Queremos formar un gran partido, con una buena estructura, para que la sociedad recupere la confianza en un proyecto valencianista serio. El PP está muerto, Ciudadanos no tiene credibilidad y Compromís nace de un proyecto catalanista y despersonalizador de la cultura valenciana y la gente se está dando cuenta de que es un timo, declaró Culla al finalizar la asamblea.

Culla ha criticado que hasta ahora todos los partidos que han alcanzado el Gobierno han realizado muchas promesas pero se han materializado en pocas realidades y puso como ejemplo la falta de financiación de la Comunitat Valenciana.

Las señas de identidad serán uno de los caballos de batalla de esta formación. Señas de identidad es la mejora de la financiación, mejorar la estructura económica, del comercio, de la industria, de los autónomos. Este es un pueblo honesto, trabajador y diámico. Los corruptos son los que han robado, no los valencianos, ha afirmado Culla.

En el ADN de esta formación no falta la defensa de lo valenciano, de ahí que el presidente de Som Valencians haya criticado la postura de acercamiento de la RACV a la AVL. Pactar con la AVL es asumir la negación de la lengua valenciana y de la identidad de los valencianos. Y si no lo tienen claro, algo habrá que hacer, como que la RACV deje de ser el referente lingüístico de quienes defendemos que el valenciano, con una raíz latina común, es una lengua distinta a las del resto de la Península Ibérica.