

Secciones
Servicios
Destacamos
J. C. F.
Viernes, 4 de marzo 2016, 17:22
valencia. Una de las imágenes que ha dejado para la historia la primera parte del debate de investidura de Pedro Sánchez, junto a la del apasionado beso de Pablo Iglesias y Xavi Doménech, fue la de Fernández Toxo y Cándido Méndez en la tribuna de invitados del Congreso, consultando sus teléfonos móviles mientras el candidato socialista trataba de convencer sin éxito al resto de la Cámara para que apoyaran su acuerdo con Ciudadanos. En esta segunda imagen también se podía ver, teléfono en mano, el presidente de la Generalitat y líder de los socialistas valencianos Ximo Puig, igual de interesado que los dos sindicalistas en las palabras del líder de su partido.
Puig acudió a la primera jornada del debate de investidura, la del discurso de Sánchez. Y después se fue. La imagen consultando su móvil mientras intervenía Sánchez retrata la que ha sido una actitud abstraída en todo el proceso de discusión de la candidatura a presidente del Gobierno del secretario general del PSOE. Es cierto que Puig no tenía que intervenir. Pero el desarrollo del debate ha constatado la invisibilidad del líder de los socialistas valencianos. Un papel difuminado que se ha puesto más de manifiesto si cabe como contraste con el jugado por Joan Baldoví y su defensa de la agenda valenciana.
Un día antes del debate, en su empeño por atraerse el voto de Compromís y de paso, abrir una brecha entre Podemos y sus socios, Sánchez remitió al partido de Mónica Oltra una oferta de pacto en la que aceptaba algunas de las principales reivindicaciones de la formación nacionalista. Baldoví rechazó el texto casi de inmediato -consciente de que la prioridad era no romper con el partido de Iglesias- y lo calificó el miércoles de propuestas «vagas e imprecisas». Sánchez le dejó en evidencia al recordarle que asumía el 80% de las propuestas del Pacto del Botánico que firmaron PSPV, Compromís y Podemos en la Comunitat Valenciana.
¿Y Puig? Mientras el secretario general del PSOE y el portavoz de Compromís sacaban al debate algunos de los asuntos clave de esa agenda valenciana -la reforma de la financiación, la deuda histórica, el corredor mediterráneo, el túnel pasante del parque central, el segundo múltiples o el apoyo a las Fallas-, el jefe del Consell y líder de los socialistas valencianos optó por el silencio. Ni una palabra, ni para bien ni para mal. La actitud de Puig no solo le apartó del debate sobre algunos de los frentes abiertos en la Comunitat y que están pendientes de la conformación del Ejecutivo central. Además, le cedió todo el protagonismo a su socio de Gobierno en la Comunitat, Compromís, que aunque optó por dar su espalda a Sánchez, se referenció como el interlocutor «valencianista» frente al candidato a la presidencia del Gobierno. Un papel de interlocutor que el jefe del Consell renunció a ser, precisamente por esa invisibilidad mantenida durante todo este proceso.
La actitud mantenida por Puig no sólo ha causado malestar en el PSPV. La dirección federal del PSOE también ha tomado nota de que Puig no haya jugado siquiera un papel de mediador ante Podemos y Compromís, a pesar de que mantiene un acuerdo con estos dos partidos -el Pacto del Botánico- que le permite presidir la Generalitat. En lugar de mover ficha para tratar de acercar posiciones y buscar el entendimiento entre los tres partidos, Puig ha optado por ponerse de perfil, como si la consecución de un acuerdo que facilitara la elección de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno no fuera con él. «Ha renunciado a tener protagonismo alguno en el debate político nacional», admitió ayer un cargo socialista.
Algunas fuentes del PSPV consideran que el papel jugado por Puig, que en término políticos podría haber sido mucho mayor del ejercido, ha venido condicionado por su interés por no abrir un frente con Compromís, su socio de Gobierno en la Generalitat. Una posición, se explica, en la que habría pesado más la condición de jefe del Consell que la de líder de los socialistas valencianos. «Como partido, Compromís y no el PSPV ha sido el que ha aparecido en este debate como vinculado a la defensa de las demandas valencianas. Y el partido de Oltra ya sabe que Puig no se lo va a discutir», se remachó.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los ríos Adaja y Cega, en nivel rojo a su paso por Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.