Asesora de Hugo Chávez en Venezuela

Nacida en 1973, Isaura Navarro lleva doce años en el más alto nivel de la política valenciana, unas veces en la primera fila y en otras ocasiones en la sombra. Desde 2004, cuando con 31 años fue elegida como diputada en el Congreso dentro de la lista de EU. Una joven promesa en el partido de izquierdas, secretaria cuarta de la Mesa del Congreso. Miembro en excedencia de los servicios jurídicos del sindicato CCOO, Navarro trabajó durante cuatro años en Madrid de manera tan atractiva para los de su cuerda ideológica que tras las elecciones del 9 de marzo de 2008 y los malos resultados de la candidatura de la que formó parte ( la coalición Bloc-Iniciativa-Verds) se fue a Venezuela. No era la primera vez que pisaba tierras latinoamericanas. Ni mucho menos. De hecho, por uno de esos viajes, en los que formó parte de una delegación parlamentaria a Perú en 2006, el PP anunció ayer que le pedirá cuentas en Les Corts. Los populares reclamarán su comparecencia para que aclare los gastos que generó en ese viaje la presencia de su pareja.

En cualquier caso, tras aquella legislatura y los malos resultados de 2008, Navarro se embarcó hacia el país caribeño para asesorar en la redacción de leyes del Ejecutivo de Hugo Chávez. Dos años antes representó al Congreso como observadora internacional de los comicios que ganó Chávez. La presencia posterior, ya como asesora, de la ahora diputada, militante feminista, se produjo por la colaboración entre el gobierno venezolano de Chávez y la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), entidad vinculada a los políticos de Podemos durante los últimos años.

Volvió a Valencia para ser asesora de Oltra en Les Corts durante la pasada legislatura. Formaron un equipo muy bien avenido. Se la señalaba como amiga de la actual vicepresidenta, que durante el último año, sin embargo, se ha distanciado de la diputada. Y viceversa. Navarro incluso mantiene relaciones tirantes con destacadas compañeras de Compromís en Les Corts. Desde la coalición se admite que tanto ella como Mireia Mollà aspiraban a integrar el Consell y que han tenido que conformarse con seguir en la Cámara como gente de confianza de Oltra, si bien en el caso de Navarro, cada vez más alejada de la vicepresidenta.