La condicional, a su alcance desde el 30 de mayo

Con sus habituales gafas de sol, chaqueta gris y una mochila verde. Así, pocos minutos antes de las cinco y media de la tarde, abandonó ayer Carlos Fabra el centro penitenciario Madrid VI de Aranjuez para disfrutar de su recién estrenado tercer grado, que le permitirá pasar los fines de semana fuera de la cárcel, a la que sólo tendrá que acudir para dormir de lunes a viernes. El expresidente de la Diputación no salió solo. Junto a él, y quizás a modo de escudo para protegerse de los múltiples medios de comunicación congregados -a quienes evitó hacer declaraciones- iba otro recluso, al que agradeció que le acompañara hasta el todoterreno de alta gama, con cristales tintados y conducido por una de sus hijas que le esperaba a la salida. En él se marchó acto seguido para poner rumbo a más de dos días libre de rejas. La ausencia de incidencias durante sus permisos anteriores y el hecho de que el próximo 30 de mayo el exbarón del PP cumplirá la mitad de la condena «le permitirá el acceso a la suspensión de la ejecución y concesión de la libertad condicional», recuerda en el auto del tercer grado la magistrada que ha puesto en calle a 'Don Carlos' o 'Señor F', el nombre con el que desde hace 17 meses se dirigen a Fabra los reclusos del Módulo III del centro madrileño.