Mariano Rajoy acepta un debate televisivo a cuatro en la campaña del 26-J

Pese al poco tiempo transcurrido, la contienda del 26-J presenta algunas peculiaridades que la distancian de aquella que concluyó en las urnas el 20 de diciembre. Lo impensable hace cinco meses, reunir en un mismo plató a Mariano Rajoy con Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias, hoy es ya una realidad. El equipo de campaña del PP anunció ayer que, esta vez sí, el presidente medirá sus fuerzas con los principales adversarios en un debate a cuatro.

Los populares decidieron deshojar la margarita horas después de que el PSOE trasladara su voluntad de un cara a cara al que el PP no le encuentra ya sentido. En el planteamiento de la formación, el electorado ya no tendrá que elegir entre facilitar un Ejecutivo de Rajoy o uno de Pedro Sánchez. Esta vez, advierten de que si no gobierna el PP, lo hará Podemos. Y en esa polaridad el líder socialista ha pasado a un plano secundario.

«El debate que más refleja la pluralidad que tiene las Cortes Generales es a cuatro y, si hubiera un debate a dos, habría que valorar cuáles serían esas dos fuerzas que las encuestas reflejan con mayor importancia», espetó el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado. No es sólo que los sondeos publicados e internos recojan la posibilidad de que la coalición Unidos Podemos alcance el 'sorpasso' al PSOE. Lo que de verdad importa para los populares es alertar al electorado de que su voto al PP salvará a España de las garras del comunismo.

Tanto es así que, en privado, los dirigentes del PP bromean con la conveniencia de que el presidente del Gobierno se confronte en un plató con el líder de Podemos, y fuentes del equipo de campaña aseguran haber recibido el ofrecimiento formal de la formación anticapitalista.