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A. Rallo
Miércoles, 6 de julio 2016, 23:33
Los grupos de WhatsApp encierran un gran peligro: que cualquier conversación privada termine siendo foco de la opinión pública. Es lo que les ha ocurrido a cuatro asesores del PP de Valencia, investigados en la trama del blanqueo. Se trata de Pedro Aracil, que estuvo a las órdenes de la exconcejal de Cultura María José Alcón, Luis Salom, Juan Pedro Gómez Cerón y Ignacio Pou. Los más activos en el grupo son Cerón y Salom. Este último ya clamó ayer contra el informe de la UCO. «Está manipulado. Tengo pruebas. Nos vemos en los tribunales».
Más allá de esta reacción, la realidad es que la conversación les sitúa en una posición complicada. En un tono jocoso, Cerón dice que está por «enmarcarlos» y Salom añade: «Y poner en el cristal: «Rómpase en caso de emergencia». Descartan ingresarlo en una cuenta. Dice Cerón: «Si voy al banco me dirán otro tonto del PP», conversaciones que el pasado martes adelantó LAS PROVINCIAS. Este último mensaje probaría que conocían que otros cargos habían ido al banco, circunstancia que está verificada por la Guardia Civil.
Las bromas también se dirigen hacia Rus que acaba de ser detenido. Salom dice que la Jefa -así era conocida Rita Barberá- «ha dicho que 'como siempre' confía en su honradez. Bromean sobre que saben contar con billetes de 500... Y, finalmente el mensaje de Pedro Aracil que lamentablemente para ellos se ha hecho realidad. «Callar...Que no nos salpique nada».
Existe una tercera conversación que evidenciaría que la cajera del PP, García-Fuster, mintió en su declaración. Ante el juez afirmó que hacía mucho tiemo que no tenía contacto con la exconcejal María José Alcón. Sin embargo, en el teléfono de la esposa de Alfonso Grau aparece el siguiente cruce de mensajes: «Alcón cuando vengas por el Ayuntamiento ven a verme, porfa». La respuesta de Alcón: «Iré con mucho gusto porque mi luna de miel es de hiel. Pero reconciliarme contigo es el máximo. Te quiero». Este chat es del 24 de marzo fecha en la que se empiezan a producir las donaciones. Alcón estaba por entonces terriblemente enfadada porque el partido no contaba con ella.
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