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Afectuosos aplausos de fieles valencianos en la Catedral de Valencia, en memoria de la exalcaldesa, Rita Barberá. :: manuel molines
Cinco minutos de aplausos en una Catedral abarrotada

Cinco minutos de aplausos en una Catedral abarrotada

Asunción, hermana de Rita Barberá, pidió al público que rezaran por ella «porque el único juicio verdadero, que es el que interesa, es el del Todopoderoso»

LOLA SORIANO

Jueves, 24 de noviembre 2016, 00:47

La Catedral de Valencia vivió anoche un momento histórico en la misa homenaje a la exalcaldesa Rita Barberá fallecida ayer en Madrid. Con unos cálidos e intensos aplausos que duraron cinco minutos los miles de fieles quisieron recordar la figura de la mujer que estuvo al frente del Ayuntamiento casi un cuarto de siglo.

La celebración, oficiada a las 19.30 horas por el cardenal Antonio Cañizares, finalizó con vítores de '¡Viva Rita!, y los aplausos se prolongaron de forma espontánea hasta que el canónigo de la Catedral, Jaime Sancho, pidió al público silencio para poder continuar con el oficio.

Al finalizar la misa y justo antes de iniciarse el rezo del Santo Rosario, la hermana de la fallecida Rita Barberá, Asunción, subió al altar, se acercó al atril. En un breve pero sentido discurso, la que fuera jefa de gabinete de Rita Barberá quiso agradecer en nombre de la familia la presencia masiva en la Catedral. Muy emocionada dijo: «Os pido que sigáis rezando por ella» y quiso hacer referencia al calvario político y mediático que estaba sufriendo su hermana al decir que «el único juicio verdadero, que es el que interesa, es el del Todopoderoso».

Fue esta declaración la que conmocionó al público, que no sólo llenaba los asientos de la Catedral, sino que también abarrotaba los pasillos laterales, junto a las capillas.

En los primeros bancos se encontraban familiares de Barberá, como la propia Asunción; Rita Corbín, sobrina de la exalcaldesa y amigos como Mari Carmen García Fuster, Tomás Trenor , marqués del Turia, o la exconsellera Belén Juste.

También quisieron realizar un homenaje Adolfo Suárez Illana, el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps; el subdelegado del Gobierno, Juan Carlos Valderrama; el exconseller y expresidente de Les Corts, Juan Cotino o Vicente Betoret, presidente provincial del PP.

Suárez Illana aseguró antes de la misa que acudía como «amigo y compañero de partido. Ha sido un honor compartir con ella muchos momentos y vengo para demostrar mi admiración y cariño». No dudó en añadir que también acudió para «para reparar el daño que se le ha hecho».

Suárez Illana afirmó rotundamente que Rita Barberá «ha muerto de pena, de depresión, de ansiedad» y señaló que la senadora y exalcaldesa había quedado muy afectada al haber tenido que salir del partido.

Por su parte, el expresidente Francisco Camps, reconoció sentir «profunda tristeza. He perdido a una amiga y a una mujer que es irremplazable». Y añadió que ayer fue «un día muy duro».

El diputado no adscrito Miquel Domínguez, también presente, dijo que Barberá ha pasado una etapa «muy dura y complicada» en los últimos tiempos y recordó que no había sido «imputada ni investigada, sólo había ido a declarar voluntariamente ante el Supremo».

Entre el público estaba la exdirectora del IVAM, Consuelo Císcar, y el jefe de Policía Local en época de Barberá, Andrés Rabadán.

El presidente provincial del PP, Vicente Betoret, destacó de Barberá que «es una figura relevante de la política española. Y a nivel personal, una amiga. Siento una profunda tristeza. La política y la vida a veces es injusta, tal como se demuestra en estos momentos».

A este homenaje no faltaron todos los concejales del grupo popular y los que terminaron su mandato en las pasadas elecciones. Por Ciudadanos, fueron los concejales Manolo Camarasa y Santiago Benlliure. Del gobierno tripartito no hubo representación.

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