Un aparato de 500.000 euros, precintado por no estar acondicionado el sótano del hospital

Una de las anotaciones más sorprendentes del informe, sin duda, es la consecuencia de la deficiente entrega de unas obras en las instalaciones sanitarias de Castellón. La mala adecuación del sótano ha impedido instalar una cámara hiperbárica que costó 500.000 euros. La compró la fundación del hospital y se la cedió al centro, aunque no existía documentación de esa cesión. Hoy en día, el aparato se encuentra «precintado».

Algo similar sucede con un tomógrafo, que se acordó su compra en 2011 por algo más de 500.000 euros. Sin embargo, el contrato no se ha ejecutado por el mismo motivo. La entrega e instalación del sistema está parada desde 2011 sin que exista una fecha para solventar el problema. El contrato era de alquiler, pero daba derecho a la compra.

La solución provisional parece más propia de una película de humor. El hospital presta este servicio en un vehículo junto a las instalaciones del centro, en unas condiciones lógicamente más deficitarias. Pero sólo lo hace durante determinados días a la semana. Esto tiene un coste de otros 550.000 euros que, tal y como denuncia la Intervención en varios apartados, no se ha sacado a concurso.

En la fase de alegaciones, el Consorcio explicó que había decidido cancelar ese contrato de alquiler, y que el próximo ejercicio está previsto adquirir otro tomógrafo -no aclaran dónde se instalará- para terminar con la «solución provisional» de la unidad móvil.