La Generalitat pone ahora en duda su aportación al ex número tres de Puig

valencia. «El papel de la Generalitat en la Fundación Cical es honorífico. Y desde luego no se ha hecho ninguna aportación económica ni tiene por qué hacerse necesariamente». El Palau de la Generalitat marcó distancias ayer con la Fundación que impulsa el exnúmero tres de Ximo Puig en la dirección del PSPV, José Manuel Orengo. Fuentes de Presidencia remarcaron que la mencionada fundación es de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) y que la participación de la Generalitat se limita a presidir el consejo general -el órgano que se reunió el martes por la tarde en el Palau-. Las mismas fuentes explicaron que esta Fundación, «como otras muchas», se dirigen a la administración autonómica para solicitar ayudas. Y eso no significa, añadieron, que esa subvención termine concediéndose. «Y desde luego en este caso no se ha hablado nunca de 400.000 euros», se dijo.

El intento de la Generalitat de desvincularse de la entidad que impulsa el exalcalde de Gandia se pudo percibir el propio martes, cuando se remitió una imagen de la reunión celebrada en el Palau que, precisamente, dejaba fuera a Orengo. Cical se presenta en sus documentos como una entidad que nace de la FVMP «con el apoyo de la Generalitat Valenciana». Y pese al carácter privado de la entidad -así consta en sus estatutos- la reunión bajo la presidencia de Puig del consejo general se produjo en el Palau de la Generalitat.

No sólo eso. El patronato de la Fundación, el órgano encargado entre otros objetivos de aprobar el programa anual de actividades, administrar los bienes y derechos que integran el patrimonio de la fundación e incluso nombrar y separar a los miembros del comité de dirección, cuenta como vicepresidente con el subsecretario de la conselleria de Presidencia, Emili Josep Sampio. La presencia de este alto cargo del gabinete de Puig, que trabajó con Orengo en el Ayuntamiento de Gandia, revela la implicación de la administración autonómica -si no fuera poco la aportación de 400.000 euros que la propia Fundación atribuye a la Generalitat-.

Esa implicación habría quedado también puesta de manifiesto en las reuniones mantenidas por Orengo con representantes de distintas administraciones públicas a los que ya habría trasladado su fundación con el objetivo de que aportaran los correspondientes fondos. En esos encuentros, confirmados a este diario, el exnúmero tres de Puig se habría atribuido el respaldo de la Generalitat -que también figura en los folletos explicativos de Cical- como 'gancho' para lograr nuevos apoyos.

Las diputaciones de Alicante y Castellón, gobernadas por el PP, ya han comunicado su negativa a hacer aportaciones económicas a esta fundación. La de Valencia también marcó distancias con el proyecto de Orengo y remarcó que no existe compromiso formal alguno de aportar los 200.000 euros que, según la fundación, pondrá la institución provincial.

El PPCV se refirió ayer a esta fundación. La portavoz en la Diputación, Mª Carmen Contelles, consideró que la Diputación debe atender las necesidades de municipios pequeños como Bugarra, Terrateig o Millares y no destinar su presupuesto a saldar con el dinero de todos, afrentas personales entre dirigentes socialistas», dijo. Ciudadanos, por su parte, presentó una pregunta en Les Corts para que el Consell aclare si piensa pagar 400.000 euros a una fundación «de dudosa utilidad». «No es ético ni estético», remachó Alexis Marí.