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FERRIOL MOYA / A. RALLO
Viernes, 31 de marzo 2017, 00:42
valencia. Encontrar un director general de Justicia se ha convertido ahora mismo en uno de los principales problemas de la Conselleria de Justicia. La consellera Gabriela Bravo trata de cerrar cuanto antes la crisis abierta en su departamento tras la repentina marcha de Mª Ángeles García Vidal. Fue la propia Bravo la que decidió, nada más llegar al cargo, buscar a una profesional vinculada al ejercicio de la Justicia -Vidal es magistrada- para el desempeño de este cargo. Al parecer, la relación entre ambas no concluyó de manera cordial.
Bravo, en principio, quería cambiar el perfil del nuevo director general. Su primera opción fue colocar a un funcionario. Pero ninguno de los candidatos aceptó la propuesta. Entre los motivos de la negativa estarían el mal ambiente de trabajo que se respira en las dependencias del 9 d'Octubre. A la consellera no le quedó más remedio que recurrir de nuevo a la judicatura. Fue entonces cuando pensó en Vicente Ríos, el titular de Instrucción 15 de Valencia que cobró cierto protagonismo mediático al instruir el caso Emarsa, el expolio de la depuradora de Pinedo.
El magistrado se reincorporó recientemente a su juzgado tras una baja médica. Pero Ríos también ha rechazado la propuesta. Desde el entorno del juez explicaron que el magistrado quiere evitar que ese nombramiento se pueda interpretar como un «premio» por su trabajo al frente del asunto de la depuradora. No hay que olvidar que el caso Emarsa supuso un gran desgaste para el PP y, en especial, para el de la ciudad de Valencia. Además, un exvicepresidente de la Diputación Enrique Crespo se sentará en el banquillo.
El tiempo juega en contra de la consellera. La idea era encontrar un candidato para que se llevara al pleno del Consell de hoy. El mestizaje que propugnan PSPV y Compromis en todos los departamentos está experimentando ciertos problemas en el área responsabilidad de Bravo. Algunas fuentes añaden que existe una alta carga de trabajo en ese departamento y que las tareas no se desarrollan en el mejor ambiente posible.
Fiscal en Valencia
La responsable autonómica, que tiene su plaza de fiscal en Valencia, entró en el Consell por la cuota socialista. En aquel momento, era una persona muy próxima al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Bravo intentó no rodearse de cargos socialistas y recurrió a profesionales elegidos directamente por ella. Sólo uno llegó marcado por el sello del PSPV. Se trataba del subsecretario Luis Felipe Martínez quien en su día también fue subdelegado del Gobierno. Las fuentes consultadas señalaron que la idea de Bravo era encontrar ya sustitutos para ambos cargos con el objetivo de reducir al menor tiempo posible la interinidad en su departamento.
La verdadera mano derecha de Bravo en el día a día de la gestión de la conselleria es el director general de Reformas Democráticas, José García Añón. Este profesor titular de Filosofía del Derecho de la Universitat de València fue nombrado catedrático en noviembre de 2016. Su compenetración es perfecta. No ocurre lo mismo con su secretario autonómico Ferrán Puchades con quien ya ha tenido varios encontronazos.
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