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A. RALLO/BURGUERA
Miércoles, 5 de abril 2017, 00:07
Mari Carmen Contelles quiso exhibir ayer su fuerza. Se citó en el Parque de Cabecera con un nutrido grupo de fieles, cargos populares que le darían su respaldo en el próximo congreso provincial del Partido Popular.
Alrededor de 120 personas se sumaron a la iniciativa. Nueve diputados provinciales, un buen número de presidentes comarcales, alcaldes y concejales. Sus apoyos son, en síntesis, toda la legión que arropa a la recién elegida presidenta del PPCV, Isabel Bonig. Esta demostración no tenía otro objetivo que dar un paso adelante y que el actual dirigente, Vicente Betoret, observara con preocupación la imagen que ilustra esta información.
La maniobra de Contelles se produjo como respuesta a la estrategia de Betoret. La Junta Directiva Provincial, el órgano que debe convocar el congreso, se iba a reunir hoy. No obstante, a última hora se anuló. El motivo, según el círculo más próximo al actual presidente de la formación, es que se les había ordenado desde Génova. No concretaron el motivo.
Sin embargo, otras fuentes interpretaron el movimiento de Betoret como una estrategia para ganar tiempo. Sin la convocatoria del citado órgano, Contelles no quiere oficializar su candidatura. De esta forma, el presidente dispone de margen para tratar de restar fuerza o incluso obtener la mediación de la dirección nacional para desarticular la oposición.
Betoret se sabe señalado. El congreso del pasado fin de semana dejó al presidente provincial en una situación de manifiesta debilidad. Bonig evitó nombrarlo y prácticamente pasó desapercibido en el cónclave de los 'populares' valencianos. La falta de feeling entre ambos es evidente a raíz de sus discrepancias en el trato a los concejales de Valencia investigados por blanqueo. Bonig cortó relación. Betoret siempre fue más cercano a los ediles. Las llamadas a la unidad del eurodiputado Esteban González Pons y, en menor medida incluso del presidente Rajoy difícilmente iban a frenar las intenciones del sector Contelles.
Además, el PP no quiere más sobresaltos. Betoret ha salvado de momento su investigación en el caso Imelsa. El que fuera gerente de Imelsa, Marcos Benavent, dijo que estaba al tanto del cobro de comisiones, pero no concretó que realmente las recibiera.
La investigación que mantiene abierta la UCO podría terminar con la imputación del presidente provincia. O no. Pero, en cualquier caso, el primer escenario no se descarta. Así, desde ese punto de visto, la candidatura de Contelles se presentaría como regeneradora, según algunas fuentes. Betoret fue durante años el hombre de Alfonso Rus en Les Corts. Contelles también mantenía cierta afinidad con el todopoderoso presidente de la Diputación, pero en ningún caso comparable a la relación de los responsables.
Bonig mantuvo a Contelles en su organigrama dentro del partido el pasado fin de semana. No le dio el cargo de coordinadora general, una hipótesis que se barruntaba como un intento de controlar el poder de Betoret. Finalmente descartó ese 'ascenso'. Y esto invitaba a pensar en su candidatura.
Betoret va a plantear batalla y tratará de mover sus fichas. Las mejores las tiene en Génova. Sorprendió cómo logró colocarse como vocal en el comité ejecutivo nacional. Algunas fuentes le atribuyen una estrecha relación con el coordinador general Fernando Martínez Maíllo y una buena sintonía con la secretaria general Cospedal.
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