La Marina de Valencia no logra más dinero pese a la deuda que la asfixia

Si la Comunitat ha resultado malparada en los Presupuestos Generales del Estado, el caso de Valencia roza la tragedia. Las inversiones para la capital han caído 20 millones, de 169 a 149 millones de euros, según las cuentas que hizo por la mañana el alcalde Joan Ribó.

Hay casos especialmente relevantes como el de la Marina de Valencia, donde en el documento se calcula que la deuda acumulada en diciembre de este año ascenderá a 457 millones de euros. El Tesoro va pagando las letras del crédito avalado por el Instituto de Crédito Oficial, aunque contabiliza las cantidades para pedir su devolución.

En los últimos meses, el gobierno municipal ha reclamado la condonación de la deuda, contraída por las obras realizadas para la Copa América de vela. En las cuentas conocidas ayer, tan sólo aparecen unas inversiones previstas de 3,5 millones hasta 2019. Del pago de los préstamos no se menciona nada.

El alcalde Ribó estalló contra el Gobierno al enterarse de la caída de las inversiones. «¡No hay nada! No hay nada sobre la deuda de la Copa América, no hay nada sobre el tema de ferrocarriles ni sobre el Palau les Arts», lamentó visiblemente enfadado, para tildar de «intolerable» la situación: «Continúan ninguneando a los valencianos y a la gente que vive en la ciudad. Si no aparece nada del contrato programa, el tema es absolutamente escandaloso».

En efecto, tampoco hay dinero del Gobierno para ayudas al transporte público de Valencia y su área metropolitana. Eso sí, Barcelona recibirá 108 millones y el Consorcio Regional de Transportes de Madrid ha conseguido 126 millones.

«No entiendo cómo puede apoyar esto el señor Fernando Giner, de Ciudadanos, o los señores del PP que han firmado unas peticiones para Valencia que ahora no se cumplen», lamentó Ribó, para añadir que es «una pésima noticia. Esperábamos ver algo, pero que encima nos bajan las inversiones territorializadas que teníamos... ¿aquí qué pasa?».

Pero si la ausencia de ayudas estatales es un golpe duro para la Autoridad de Transporte Metropolitana, todavía en proceso de creación, igual de duro es comprobar la ausencia de inversiones para el soterramiento de las vías de Renfe desde la salida del túnel de Serrería hasta la autovía de El Saler.

Esto es básico para el desarrollo de nuevos barrios en la ciudad, en concreto el Grao, las Moreras y La Punta. Todos están afectados por la barrera de hierro del corredor mediterráneo a su paso por Valencia. «Había promesas de muchos años, en temas de Cercanías y demás pero nada», denunció el primer edil, que se confesó «realmente enfadado» tras un primer análisis.

Todavía hay que escarbar más en la documentación y encontrar algún resquicio de apoyo a planes estratégicos de la ciudad, aunque de momento sólo se encuentra en los tres millones de euros que recibirá la mejora del acceso al aeropuerto de Valencia, en el tramo próximo a la V-30. No obstante, esta obra está presupuestada en 67 millones de euros y está proyectada para que finalice en 2020, en caso de que se cumplan los compromisos.

Las inversiones en la Marina apenas cubrirán los gastos de mantenimiento con 1,1 millones de euros al año previstos, aunque el verdadero nudo gordiano radica en la enorme deuda. Por ese motivo, en el Consistorio esperaban un gesto hacia la ciudad en ese sentido, que podría subsanarse con una modificación de créditos. El consejo rector de la entidad todavía no se ha convocado para ratificar el nombramiento de los nuevos consejeros, que deberán asumir concursos y concesiones pendientes, junto con la difícil papeleta de qué hacer con los préstamos y los embargos que se producen.