Borrar
Urgente Bertín Osborne y Taburete, entre los artistas de los Conciertos de Viveros 2024
Los miembros de Unidas Podemos en el Gobierno llegan el pasado 13 de julio al Congreso para una reunión con su grupo. Efe
El reparto de cuotas frena la remodelación de los ministros de Unidas Podemos

El reparto de cuotas frena la remodelación de los ministros de Unidas Podemos

Los morados admiten el desgaste de Garzón y Castells pero ven poco margen para los cambios por el equilibrio interno de las confluencias

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Lunes, 26 de julio 2021, 00:07

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El Gobierno de coalición encara la segunda parte de la legislatura con la vista puesta en superar la pandemia y empezar a desarrollar su programa, al calor de la llegada de los fondos europeos de recuperación. En Unidas Podemos se mantuvieron totalmente ajenos a la remodelación llevada a cabo en ocho ministerios por parte de Pedro Sánchez. Una maniobra que en el partido morado interpretan como parte de la estrategia socialista para rearmarse de cara a las siguientes elecciones y que la propia vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, tampoco descarta para los suyos. La disyuntiva ha abocado a ambos socios a mirarse de reojo e intentar marcar sello propio de cara a sus electorados. En 2023 -si no se adelantan las generales- volverán a ser rivales de nuevo.

En Podemos reconocen que a Díaz y a la ministra de Derechos Sociales y actual secretaria general del partido, Ione Belarra, solo les frena el delicado reparto de cuotas que mantienen con sus confluencias para llevar a cabo esa remodelación ministerial. De sus cinco carteras, Consumo corresponde al coordinador de Izquierda Unida, Alberto Garzón; Universidades a Manuel Castells, que representa la porción de En Comú Podem. Por parte de la formación que fundó Pablo Iglesias están la propia Belarra e Irene Montero (Igualdad); y Díaz (Trabajo), que aunque no tiene carné del partido -es militante del PCE- ejerce como interlocutora dentro del Gobierno.

Mientras que en público varios dirigentes como el portavoz parlamentario, Pablo Echenique, o Garzón descartan cualquier cambio y recuerdan la marcha de Pablo Iglesias del Ejecutivo como su «gran remodelación», lo cierto es que Díaz, según insinuó hace semanas y confirman fuentes cercanas a la vicepresidencia, sí se ha planteado llevarlos a cabo. En concreto, en las carteras de Consumo y Universidades, en las que los morados admiten desgaste.

El escollo pasa por mantener unida la red de alianzas dentro de Unidas Podemos, que podría verse comprometida si estos cambios son interpretados desde Izquierda Unida o los comunes como un ataque. Díaz ya negoció con Pedro Sánchez, antes de la última remodelación ministerial, que su partido no perdiera ningún ministerio, un extremo que los socialistas cumplieron a rajatabla. Todo pese a que los morados siguen considerando que su porción del pastel gubernamental, a excepción de Trabajo e Igualdad, es menor a la que debería corresponderles.

El coste político que tendría responder con un movimiento similar al cambio de caras en el sector socialista del Gobierno es elevado, por ello, esta semana han relanzado su ofensiva para presionar a los socialistas con su «agenda social», en vísperas de la negociación de los Presupuestos. En estos dos años que le restan a la legislatura, si no hay adelanto electoral, Unidas Podemos intentará diferenciarse del PSOE frente a los votantes de la izquierda y Díaz y Belarra han elegido la regulación de los alquileres como principal caballo de batalla.

Escalada en el lenguaje

La ministra de Derechos Sociales aseguró este viernes que la futura Ley de Vivienda «cumplirá con el acuerdo de gobierno» e incluirá esta medida. Pero fue más allá en la retórica y lanzó un dardo a Pedro Sánchez, tras su reunión con varios fondos de inversión durante su viaje a Estados Unidos. «Los fondos buitre no votan en el Congreso», zanjó. Una escalada en el lenguaje no vista desde la marcha de Iglesias, y que rompió la paz mantenida incluso en asuntos delicados como las protestas en Cuba o la crisis con Marruecos.

La vicepresidenta segunda, por su parte, reunió el martes a los diputados de Unidas Podemos para trasmitirles la misma idea: «hasta ahora el Gobierno lo que ha hecho es sobrevivir, gestionar la mayor pandemia del siglo, pero ahora es el momento de impulsar la agenda social». Díaz puso en el candelero asuntos delicados, como la derogación de la reforma laboral o la subida de impuestos a las rentas altas.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios