Societat Civil advierte del riesgo de un proceso separatista en la Comunitat

La entidad unionista Societat Civil Catalana (SCC) fue galardonada ayer con el premio de Convivencia de la Fundación Profesor Manuel Broseta. La condecoración otorgada en el Palau de la Generalitat es, en palabras de su presidente, José Rosiñol, «un enorme impulso» para seguir desempeñando la tarea de «recomponer la fractura social que ha dejado el independentismo catalán». Un proceso que para Rosiñol puede repetirse en la Comunitat.

El presidente de SCC aseguró que «ciertamente hay comunidades autónomas como la balear, y más incipientemente la Comunitat Valenciana donde se repite miméticamente lo que ocurrió hace unos años en Cataluña, a sabiendas de lo que conlleva el proceso independentista, que es fractura social, decadencia económica y ruptura institucional». Pese a ello, insistió que «aún estamos a tiempo de parar este tipo de actitudes» en la Comunitat.

La entidad que organizó las grandes manifestaciones a favor de la unidad de España en Barcelona ha sido galardonada en un momento especialmente relevante en el desafío independentista catalán, con las negociaciones aún en el aire para formar un nuevo gobierno autonómico entre la antigua Convergència y ERC. Rosiñol quiso recordar en su intervención que desde SCC «respetan que hayan ciudadanos que quieran la independecia» pero incidió en que no están dispuestos a que sean traspasados todos los límites legales y se vaya en contra del Estatuto de autonomía catalán y de la Constitución española. Por ello, avisó de que actuarán si el nuevo Govern sigue en su apuesta por traspasar «todos los límites legales».

El máximo representante de la asociación unionista apostó por volver a recuperar «el seny» y subrayó que no van a permitir que conviertan a una gran parte de la sociedad catalana «en extranjeros en nuestra propia tierra» ni que se les prive de participar en el proyecto europeo. Rosiñol indicó que la «ola populista» que invade la Unión Europea está presente en Cataluña en forma de «populismo-separatismo excluyente». Un pensamiento que consideró que es necesario combatir con el objetivo de abrir una «nueva etapa» en Cataluña en la que se deje «predomine la sensatez».

Por su parte, Ximo Puig, presidente de la Generalitat, quiso comenzar su discurso recordando la figura del profesor Manuel Broseta, del que recibe el nombre el galardón entregado a SCC. El jefe del Consell puso en valor la herencia del catedrático que fue asesinado por ETA en 1992. Una herencia de «valores democráticos» que apostó por volver a poner encima de la mesa en un momento tan delicado como el actual en el que Puig apuesta por reformar la Constitución. El presidente también reclamó que ninguno utilice el separatismo para «recentralizar» ni para «menospreciar las diferentes lenguas, culturas y sentimientos que existen en España» y reclamó el apoyo a la pluralidad y el respeto a la diversidad «como la mejor forma de convivir».

El acto contó con una importante presencia de representantes del Consell, de la sociedad civil y de formaciones como el PP, el PSPV y Ciudadanos. Desde las filas populares acudieron diputados autonómicos como Luis Santamaría o el concejal Eusebio Monzó, mientras que en nombre de los socialistas asistió Manolo Mata, portavoz del PSPV en Les Corts, y parlamentarios como Ana Botella. Ciudadanos estuvo presente con diputados como Toní Cantó el portavoz autonómico Fernando Giner y la síndica Mari Carmen Sánchez. También acudió el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, los expresidentes Joan Lerma y Eduardo Zapalana así como Salvador Navarro, presidente de la Confederación Empresarial dela Comunitat.