El PSPV acusa al alcalde de hacer campaña en las fiestas y reabre la crisis en Tavernes

Las fiestas de Tavernes de la Valldigna abren una nueva brecha en el gobierno. El PSPV ha acusado al alcalde, Jordi Juan, de «no estar a la altura del puesto que ocupa» por tener «un afán de protagonismo inapropiado» porque considera que realizó campaña electoral durante las fiestas. El enfado de los socialistas, que comparten ejecutivo con los nacionalistas, llegó hasta el punto de pedirle la dimisión.

Los hechos ocurrieron, según el PSPV, durante la celebración de la paella gigante para la gente mayor. El alcalde y los concejales de Compromís «dejaron de lado el protocolo y la educación» para sumar protagonismo en este acto, según denunció el portavoz socialista, Víctor Borràs.

Los socialistas mantienen que el alcalde no esperó a los músicos y se adelantó a la hora prevista de inauguración de la paella gigante. «El señor Juan y algunos concejales de Compromís fueron de forma individual dejando al margen a la concejala socialista, Pilar Altur, responsable de las fiestas», agregó Borràs.

Es habitual que los concejales saluden a los presentes, pero en esta ocasión Juan se adelantó, lo que enfadó a sus socios de gobierno que lo acusan de «hacer un desplante a los músicos y faltarles al respeto» al entrar sin ellos antes de lo previsto.

«Consideramos que esta falta de respeto y lealtad a los cargos públicos que representan los regidores no es propia ni digna de quien ostenta un cargo público, y menos si se está en la alcaldía. Si el señor Juan no sabe estar a la altura del cargo que ocupa debería plantearse dejar la función pública, porque los vecinos merecen un alcalde que esté al servicio de todos y no anteponga sus intereses de partido y electoralistas al bien común», sentenciaron.

El Grupo Socialista pidió disculpas a los músicos: «Hacemos extensibles las disculpas a los vecinos que estaban presentes y vivieron este capítulo de falta de educación y respeto».

Jordi Juan replicó brevemente a sus socios de gobierno: «Esta alcaldía continuará trabajando por los intereses generales de la ciudad sin entrar en discusiones que no le interesan ni benefician a nadie. Tenemos mucho trabajo que hacer más importante para nuestros vecinos».

Este capítulo muestra la situación tensa que se vive en el gobierno de la Vall cuando apenas faltan seis meses para las elecciones municipales. Nacionalistas y socialistas ya han tenido varios encontronazos. El gabinete de prensa fue cesado de sus funciones, y según comentó el propio responsable del cargo, se debió a una exigencia del PSPV que pedía su destitución si se querían aprobar los presupuestos. A principios del verano se organizó un triatlón en la playa vallera con varias críticas. El acto no contó con la presencia de concejales de Compromís al estar promovido por el PSPV. Otra brecha se vio cuando la máxima autoridad municipal trato de que se aprobara una moción contra los circos con animales, pero el PSPV no dio su apoyo al considerar que se debía perseguir el maltrato animal donde se dé y no arremeter contra los circos si estos cuidan a los animales.

En los últimos meses ya se han visto a los dos socios de gobierno muy distantes en varios actos. En la inauguración de la placeta del Calvari y la Fira Sant Jaume los concejales mantenían la compostura pero cada uno se mostraba distante con sus compañeros en el ejecutivo local.