

Secciones
Servicios
Destacamos
julián méndez
Miércoles, 15 de julio 2015, 19:52
La captura de atunes rojos es una ciencia antigua. Desde los cartagineses, la costa mediterránea, de Cádiz a Sicilia, se llenaba de trampas para capturarlos: las almadrabas, laberintos de redes donde se atrapaban ejemplares gigantes, de hasta 600 kilos. Cuando vienen del Atlántico son atunes de derecho. Si se les captura en el Estrecho en su viaje de regreso se les llama atunes de vuelta. Luego se fue a por ellos con redes de cerco o se les encelaba para capturarlos con cañas. Un paso más fue apresarlos y engrasarlos en granjas marinas para venderlos en el mercado japonés. Allí el hon maguro se considera un manjar. En la lonja de Tsukiji se compra todo el atún que llegue. Y a precio de oro.
"La sobrepesca llegó a ser preocupante", explica Fernando de la Gándara, director del Centro Oceanográfico de Murcia, que lleva diez años investigando el modo de criar atunes en cautividad y donde ayer se inauguró una instalación pionera en el ámbito de la acuicultura en la que se han invertido seis millones de euros. El centro, único en Europa, persigue que los atunes rojos puedan ser criados con la misma facilidad que las doradas o las lubinas de piscifactoría. Y están muy cerca de cerrar el ciclo.
El proceso es mágico. Primero introducen atunes adultos (bien capturados en libertad o provenientes de las granjas de Fortuna Mare) en tanques acondicionados. En mar abierta, los atunes solo se reproducen en junio y julio. Pero en las instalaciones del IEO los científicos son capaces de engañarlos: alteran sus ciclos de luz y elevan la temperatura del agua (a 20º) para hacerles creer que están en verano y así se metan en faena. Luego deben esperar a que, de madrugada, los machos (siempre dos) cortejen a una hembra. Ésta deposita sus óvulos, que son fecundados con su esperma por los machos. Entre las tres y las cuatro de la noche, millones de huevos, transparentes y de un milímetro de diámetro, ascienden a la superficie, donde son recolectados con finísimas mallas.
Los huevos pasan a unos tanques con agua marina y oxígeno hasta que, al cabo de unos días, eclosionan y aparecen las larvas. "En un mes disponemos de juveniles de atún rojo", explica De la Gándara. El pasado 10 de julio, en uno de los tanques del centro nadaban 1.500 alevines que son alimentados con zooplancton cultivado en el mismo centro. La idea es que estos alevines se desarrollen para ser trasladados más tarde a granjas de engorde para su posterior venta (otros ejemplares serían destinados a la reproducción). El mercado japonés (el embajador nipón Kazuhiko Koshikawa visitó ayer en Mazarrón la Infraestructura para el Control de la Reproducción de Atún Rojo) demanda ejemplares de entre 150 y 200 kilos de peso, entreverados de grasa. Japón ha logrado ya cerrar el ciclo de la cría en cautividad de una subespecie de atún rojo. En Murcia, dentro de unos meses habrá ya atunes de piscifactoría.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.