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Juan Sanchis
Miércoles, 14 de octubre 2015, 20:25
Jon Juaristi define el nacionalismo como la nostalgia, la melancolía, de un pasado que nunca existió. Al ser un sentimiento más que una ideología más que argumentos precisa de mitos y leyendas para justificarse. El general Franco hace 75 años convirtió en mito a Lluís Companys, presidente de la Generalitat catalana durante la II Repúplica, con su fusilamiento el 15 de octubre de 1940, apenas un año después de acabada la Guerra Civil.
Companys, uno de los fundadores de ERC, fue el presidente de la Generalitat que proclamó en octubre de 1934 el 'Estat Català'. A partir de ese momento pasó a formar parte de la mitología nacionalista catalana. Pero como cualquier otra leyenda no siempre coincide con la realidad. De hecho, Companys se consideraba más republicano y de izquierdas que independentista y sólo las presiones de su partido le llevaron a realizar la proclamación.
El proceso de inclusión de Companys en el imaginario nacionalista comenzó en octubre de 1934 con la entrada de la CEDA en el Gobierno. La oposición acabó en una rebelión de sindicatos y partidos de izquierda que en cierta forma llegó a tomar forma de golpe de estado. Los dos hitos más significativos fueron la revuelta en Asturias, que tuvo que ser sofocada por el ejército, y la proclamación del Estat Català.
Como ocurrió varias veces en la corta historia de la II República los hechos de octubre 1934 fueron intentos de subvertir la voluntad popular surgida de unas elecciones libres. Otros fueron el de Sanjurjo en 1932 o el de Franco en 1936, que dio comienzo a la Guerra Civil.
Durante la Guerra Civil estuvo al frente de la Generalitat catalana y se exilió a Francia con la derrota de la República. Los nazis lo entregaron al gobierno de Franco tras invadir Francia en 1940 y fue ejecutado en el Castillo de Montjuic el 15 de octubre de 1940.
Trayectoria política
La trayectoria política de Lluís Companys estuvo marcada por su pertenencia a partidos y formaciones republicanas, de izquierdas e independentistas. En marzo de 1931 contribuyó a la fundación de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), una formación con clara vocación independentista. Desde diciembre de 1933,, al morir Francesc Macià, fue presidente de la Generalitat catalana.
Desde la Transición su figura ha sido objeto de diversos homenajes. El Ayuntamiento de Barcelona dio en 1979 su nombre a una avenidaen la se erigió una escultura en su honor. En julio de 2001, el Estadio Olímpico de Montjuic recibió el nombre de Lluís Companys y en 2005 se erigió un monolito en el foso de Santa Eulalia del castillo de Montjuic, frente al lugar donde Companys fue ejecutado.
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